La diputada Adriana Dávila Fernández (PAN) afirmó que el caso del líder de La Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, exhibe el ineficiente combate de las autoridades por erradicar la trata de personas, el tráfico de menores y la explotación sexual infantil y de mujeres en México.
En entrevista, la legisladora federal señaló que el hecho de que sea en California y no en México donde se investiguen los presuntos ilícitos de “El Apóstol de Jesucristo”, pone en evidencia a las autoridades mexicanas, que no tienen interés por combatir esos delitos que se cometen, de manera cotidiana, contra mujeres y niños.
Como ejemplo, recordó que el único operativo que se ha dado contra las bandas de explotación y tratantes de blancas en el país se dio a finales de 2015 en Tenancingo, Tlaxcala, a petición del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).
Ahí se detuvo a cinco integrantes de Los Rendones, una banda ligada a la explotación sexual de mujeres y niñas mexicanas en diversas ciudades de Estados Unidos.
“Es grave que en Guadalajara, que en otros estados a nivel nacional, nadie haya sabido nada [sobre los] delitos que cometía este líder religioso, que en su momento la Procuraduría General de Justicia, ahora Fiscalía General, la Secretaría de Gobernación, a través del área de organizaciones religiosas, o el propio Centro de Investigación y Seguridad Nacional [Cisen], [no] se hayan enterado de estos abusos en México”.
