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El bajo presupuesto a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) en el actual sexenio han debilitado el sistema de asilo ya para una entrevista hay que esperar hasta 10 meses lo que se desincentiva a los solicitantes que vienen huyendo no sólo de situaciones de crisis económica, sino de violencia y persecución política en sus naciones de origen.
De acuerdo con solicitantes de asilo ante la Comar en Tapachula, hay más de 130 mil solicitudes de asilo en espera de una entrevista que en algunos casos podría realizarse hasta dentro de 9 o 10 meses, lo cual ante la falta de empleos, acceso a la salud y discriminación, los obliga a viajar sin ningún documento migratorio hacia el norte del país, lo que los expone a deportaciones, las redes de tráfico de personas y la delincuencia organizada.
Al respecto, Yuriria Salvador, coordinadora del área de Incidencia del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, en Tapachula, Chiapas, quien dijo que con ello el Estado mexicano incumple con los acuerdos internacionales en materia de protección a migrantes y de asilo a refugiados, quienes se encuentran varados en la frontera sur de México o están siendo detenidos y deportados a sus naciones de origen con todos los riesgos que ello implica.
En entrevista con EL UNIVERSAL, dijo que por los recortes presupuestales a la Comar “está debilitado el sistema de refugio en México”, el cual es prácticamente la única vía para poder quedarse en el país u obtener un salvoconducto que les permita no ser deportados, pero incluso dichos documentos en ocasiones no son respetados por otras autoridades migratorias y de seguridad, quienes les rompen los mismos y los deportan.
Respecto a la situación de los migrantes en Tapachula dijo que se desconoce una cifra certera, comentó que la mayoría acude a la Comar porque las otras vías de regularización migratoria están prácticamente canceladas en este sexenio donde no hubo cambio de paradigma en las políticas y por el contrario se han disminuido recursos para atender a los solicitantes de asilo y se fortalecido al Instituto Nacional de Migración (INM) para la detención y deportación de extranjeros.
Sumado a ello, comentó, existe incertidumbre por la falta de claridad en el acuerdo entre los gobiernos de Joe Biden y López Obrador sobre el llamado Título 42 que incluye ya no sólo a venezolanos, sino también a cubanos, haitianos y nicaragüenses, porque se desconoce cuál será el protocolo para solicitarlo o si quienes lo hagan tienen que regresar a sus naciones de origen, lo cual es inviable y peligroso porque vienen huyendo de violencia y persecución.
“No sabemos con claridad que pasará con estas nuevas medidas, cómo se van a aplicar a los migrantes que ya están en México, si califican o no para ser beneficiarios y sobre todo de dónde sale el número de 30 mil, tanto los que deportarán cada mes, como los que aceptarían. Hay incertidumbre, además de que con este acuerdo entre Biden y López Obrador se violan los tratados y acuerdos internacionales en materia de refugiados”.
Sumado a ello, dijo que existe un clima de racismo y discriminación hacia los migrantes en el sur del país, sobre todo en instancias como la Comar, el INM, pero también en instituciones de salud donde se niega la atención, sobre todo a los haitianos y africanos, que son el sector más vulnerable en el flujo migratorio.
Cabe destacar que desde 2019 el presupuesto de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) ha sido continuamente reducido o con aumentos marginales pese a que las solicitudes de asilo en México han roto récords.
En el 2019 se recibieron 70 mil 400 solicitudes mientras que en 2020 aumentaron a 120 mil y en 2021 alcanzaron las 130 mil pero de ellas sólo se procesaron 38 mil.
En el 2021 la Secretaría de Gobernación (Segob) otorgó únicamente 44 millones de pesos a la institución, lejos de las necesidades calculadas en 200 millones de pesos. En 2022, peso al aumento de solicitudes de asilo, sólo se incrementó en un millón de pesos el presupuesto al quedar en 45 millones 667 mil 372.
En 2023 la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) tendrá un aumento a su presupuesto menor a 3 millones de pesos, al pasar de 45 millones 667 mil a 48 millones 339 mil pesos.
De acuerdo con la Comar hasta noviembre del 2022 había un total de 111, 257 solicitudes de asilo. Sin embargo, hasta la semana pasada, las fichas entregadas en la sede de Tapachula rebasaban los 130 mil solicitantes, algunos de los cuales están citados para su entrevista en septiembre y octubre de este año.
Hasta noviembre del 2022, los hondureños ocupaban el primer lugar con 29, 390 solicitudes; le siguen los cubanos con 17,487; tercer sitio los haitianos con 15,780; venezolanos con 12,998; y los nicaragüenses con 8,740.
tjm
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