Dos integrantes del Cártel de Sinaloa fueron condenados por un juez federal a 25 años de prisión, cada uno, por su responsabilidad en los delitos de delincuencia organizada, contra la salud, portación de armas de fuego y posesión de cartuchos, ambos de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.
La Fiscalía General de la República (FGR) demostró que Carlos “T” o Pedro “V”, El Roca, y José “H”, Picos, Pepe o Asiático, realizaban actividades de halconeo para el citado grupo en Los Mochis, Sinaloa.
De acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía Especializada en materia de Delincuencia Organizada, de la FGR, ambos sujetos se encargaban de cuidar casas de seguridad, checar vehículos y dar aviso a sus jefes respecto a la presencia de elementos de seguridad estatales y federales.
En 2010, los sentenciados fueron detenidos por la Policía Federal Ministerial de la FGR, en cumplimiento de una orden de aprehensión, asegurándoles dos armas largas, un arma de fuego tipo lanza granadas, un arma corta, 104 cartuchos y 171 gramos de clorhidrato de cocaína, por lo que se les decretó auto de formal prisión por los delitos atribuidos.
Luego de que el Ministerio Público Federal presentó las pruebas suficientes, un juez dictó sentencia condenatoria de 25 años tres días de prisión en contra de los dos sujetos.
Por otra parte, la FGR, a través de la Fiscalía Especializada de Control Regional, en su delegación de Sonora, obtuvo del juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio, del Centro de Justicia Penal Federal en Sonora, sentencia condenatoria de cinco años de prisión en contra de dos personas, por su responsabilidad en la comisión del delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita.
De acuerdo con la investigación, en las instalaciones de la sección aduanera de San Emeterio, dependiente de la aduana de Sonoyta, con sede en Sonora, ubicada en el kilómetro 27 de la carretera federal número dos, tramo Sonoyta-Caborca, en el municipio Plutarco Elías Calles, elementos de la FGR detuvieron a Víctor “S” y Abraham “G”, conductores de un autobús de pasajeros.
A los sentenciados les aseguraron nueve envoltorios con dólares americanos que sumaron 410 mil dólares.