Durante 90 días, a partir del 1 de marzo que empezaron las , el país se tapizó con miles de lonas electorales. Los rostros de los candidatos sorprenden en postes, puentes, fachadas de casas, espectaculares y bardas.

Este atiborro electoral poco a poco se ha convertido en basura para las calles, aunque para Camilo Morales, un joven que desde 2022 hace frente al desperdicio, es materia prima. En su taller de diseño RERE MX, a través del suprarreciclaje, regresa la vida útil a las prendas.

Comenta que al llegar al “hartazgo por la violencia visual que ejercían los partidos con tanta propaganda” decidió darles la vuelta y transformar las pancartas electorales en piezas de diseño.

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Platica que “empecé a quitar las lonas (...), primero las usaba de mantel para no manchar mesas o superficies. De ahí dije: ‘ya tengo el material’, entonces comencé con una campaña para que la gente retirara la propaganda y me la trajera por descuentos en prendas o bolsitas”.

En su taller de diseño, Camilo Morales da un segundo uso y vida a materia prima, que “se da en los postes”, la cual en unos 90 días será desechada y acumulada en el desperdicio. Foto: Atenea Campuzano
En su taller de diseño, Camilo Morales da un segundo uso y vida a materia prima, que “se da en los postes”, la cual en unos 90 días será desechada y acumulada en el desperdicio. Foto: Atenea Campuzano

Reconoce que llegó al mundo de la moda de forma fortuita y autodidacta, además de que, “como era roquerito, me gustaba intervenir mi ropa, me ayudó mi familia y una amiga a usar la máquina”.

Morales, de 32 años y sociólogo de profesión, inició hace seis años con la venta de ropa de “segunda mano”, pero ante la poca venta decidió, hace dos años, contribuir con el medio ambiente y empezó a modificar las prendas con la ayuda del arte de la serigrafía y su máquina de coser.

Con la intervención de la ropa y ahora con las lonas, Camilo lucha desde su trinchera contra el sistema de producción que “viste a todo mundo, pero no piensa en el después, en el desecho, en la basura”, pues para él “el reciclaje es el último recurso, primero tenemos que apostar por modificar el sistema”.

Asegura que “en este tiempo que llevo con las lonas he visto cómo lucran con el ecologismo, una semana antes de las elecciones retacaron a la ciudad”, aun cuando hay campañas gubernamentales para utilizar las tres R: reduce, recicla y reutiliza.

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Este vecino de la colonia Escandón, en la alcaldía Miguel Hidalgo, mes con mes atestiguó el aumento de propaganda en las calles hasta llegar al punto de ser, como menciona, “obscena, te sentías acosado con las miradas y sus rostros hacia el punto al que voltearas”.

Con la transformación de las lonas el diseñador pretende demostrar la inconformidad social ante la propaganda para que “desde un inicio no pongan esa basura, pues un grupo de personas no puede con toda la estructura partidista”.

La respuesta de la gente ha sido positiva, “una persona me trajo tres cajas de lonas y a veces salgo a caminar y traigo un par”. De cada una es posible sacar unas tres bolsas, pero con tanta propaganda ha confeccionado hasta 10 a la semana.

Sus diseños tienen una vida útil como las bolsas del supermercado. “Te aguanta cinco chelas cada fin de semana”, ríe y agrega que “un día cierto candidato se dio cuenta y entonces colgó unas más reforzadas, de mejor material para que fuera más difícil que se intervinieran”.

Las lonas de los candidatos están elaboradas de plástico, material que es resistente y tarda más de 30 años en degradarse, por lo que es apto para soportar el segundo uso al que los destina el artista.

De cada lona es posible sacar tres bolsas, pero con tanta propaganda confecciona hasta 10 a la semana. Foto: Atenea Campuzano
De cada lona es posible sacar tres bolsas, pero con tanta propaganda confecciona hasta 10 a la semana. Foto: Atenea Campuzano

El proceso que sigue para sus bolsas que van desde los 100 hasta los 600 pesos, es el mismo que realiza para todas sus piezas, las recorta con molde o con creatividad, las cose y están listas para su tienda virtual en @r3r3_mx, lo único que pide es que las lonas deben estar en buenas condiciones para reciclarse.

“La ventaja es que el material crece en los postes”. Ríe, mientras asegura que el arte es la mejor forma para “hacer un posicionamiento político contra la basura electoral”, pues cuando están en los postes de las calles, considera, no tiene ninguna utilidad.

El artista aclara que en sus diseños “intento que no se vean los candidatos para no hacer proselitismo”, y considera que estas prácticas propagandistas electorales ya no deberían realizarse.

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“En qué cabeza cabe que por tapizar la ciudad con tu cara vas a tener más votos, sólo es una guerra por el territorio”, indica Camilo.

Asegura que no confía en que al cierre de la campaña (el pasado 29 de mayo) los partidos se hagan responsables de su basura electoral, pues por ley cada partido debe retirar cada lona que ocupa calles y colonias completas .

“Las lonas traen el logo de reciclables, pero es pura pantalla porque en realidad no consideran los procesos, el costo, tiempo y viabilidad. Como es caro no creo que lo hagan, por lo que les he dicho [a los brigadistas de los partidos] que me las traigan y ya veo qué hago con ellas, pero es para no generar basura”, advierte el diseñador de material de reciclaje.

Con las votaciones, este domingo 2 de junio, el país tiene la posibilidad de “transformarse”, palabra que resuena con su proyecto, por lo que considera que para elegir un buen rumbo económico, político, social y cultural en el país es necesario que los políticos y ciudadanos se “transformen de forma responsable”, dice Camilo Morales.

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