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La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) advirtió sobre los riesgos de consumir esteroides anabólicos para incrementar la masa muscular sin supervisión médica, lo cual puede generar cáncer de hígado, insuficiencia renal o una embolia.
La comisión emitió un comunicado para alertar a la población impacto negativo en la salud que pueden tener estas sustancias, de manera física y psicólogica, generando depresión, obsesión, irritabilidad, fatiga, pérdida de apetito y disminución del deseo sexual.
En el reporte de la Secretaría de Salud (SSa) define a los esteroides anabólicos como variaciones sintéticas de la hormona testosterona, cuya concentración es mayor para los hombres y menor para las mujeres. El fin de este tratamiento es para tratar afecciones médicas por la pérdida de masa muscular por cáncer, SIDA y la osteoporosis.
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Sin embargo, en su mayoría las personas utilizan los esteroides para mejorar su apariencia física e incrementar su musculatura consumiendo en exceso las tabletas, cremas o inyecciones, tal es el caso de los fisicoculturistas.
El consumo en exceso puede derivar en afectaciones graves a la salud, y el daño a ciertos órganos. Estas son algunas de las enfermedades a las que pueden estar expuestas las personas que lo usan con regularidad.
- Tumores y cáncer en el hígado
- Problemas renales o insuficiencia renal
- Agrandamiento del corazón y aumento de la presión arterial
- Alteración de los niveles de colesterol
- Riesgo de embolia en personas jóvenes
En cuanto a los efectos secundarios que podrían presentar hombres y mujeres de acuerdo con su sexo, se encuentran la disminución de los testículos, calvicie, riesgo de cáncer de próstata.
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En el caso de las mujeres puede existir interrupción del ciclo menstrual, agrandamiento del clítoris, disminución del tamaño de los senos y vello excesivo por la variación de la testosterona en el organismo.
La Cofepris además informó que hay un mercado negro de este producto que circula en tiendas en línea y entrenadores deportivos, por lo que la facilidad para conseguirlos sin supervisión médica incrementa el riesgo del consumo excesivo.
tjm
