Los eventos deportivos internacionales se han convertido en un excelente escenario para elevar el prestigio y reafirmar el poderío de las grandes potencias, en donde sus atletas se convierten en “soldados del deporte”.
La victoria deportiva se convierte, en parte, en un exponente de la potencia de un Estado, prueba de la bonanza de su sistema y muestra al mundo su fuerza. Para países en vías de desarrollo, es un escaparate para hacerse visibles; y para los desarrollados, es marcar la distancia con los demás.
A lo largo de la historia, y principalmente la deportiva, se dieron muchos enfrentamientos entre los Estados Unidos y la extinta Unión Soviética. Y se han dejado de lado o en segundo término los encuentros entre otros países que también tuvieron su diferencias.
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En 1982 Gran Bretaña y Argentina tuvieron un diferendo bélico por la soberanía de las Islas Falk, o Islas Malvinas, en el cual la Junta Militar argentina marcó su presencia en las Islas; pero fue derrotada. Con el tiempo perdería el poder del país y la democracia volvió a aquella nación, aunque el dolor de la derrota en el pueblo argentino continuaba.
Maradona
pasó a la historia por su participación en el Mundial FIFA México 1986 . Llegó convertido, para su país, en su representante no sólo deportivo, no sólo en el futbol, sino que, al enfrentarse a Inglaterra, en el representante nacional del orgullo patrio.
En aquel partido, al ver a los deportistas formados para la ceremonia de himnos, la mirada de los argentinos a los ingleses lo decía todo, principalmente, el rostro del 'Pelusa'.
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Maradona, en el Estadio Azteca, dio el ejemplo de la trampa, con el gol de 'La Mano de Dios'; y la majestuosidad del deporte, con 'El gol del siglo'. Argentina dejó a Inglaterra fuera del certamen en ese encuentro que se sintió, se vio, se plasmó, cómo la victoria, no sólo de un partido de futbol, sino como la revancha de un país a otro, una devolución de la derrota militar con la derrota deportiva.
Maradona no resucitó a los caídos en las Islas, pero sí dio motivo para que los argentinos volvieran a levantar la mirada. El partido es relevante por la victoria de Argentina sobre Inglaterra, pero sobresalió un jugador, que llevó, más allá del trabajo en equipo, la victoria en sus hombros.
Maradona se convirtió en la figura representativa de Argentina, de su pueblo ante ingleses, pero también ante italianos, españoles, brasileños, uruguayos, chilenos y otros de diferentes nacionalidades enfrentadas por lo social, lo político o lo deportivo. También se volvió un representante de carácter económico en la lucha de clases de diferentes países.
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A partir de ese Mundial, una figura deportiva nació, pero con el tiempo sería una figura que tendría participación en varios aspectos más en la esfera latinoamericana. Descanse en paz, Diego Armando Maradona .
* Dr. Erasmo Zarazúa, académico del Departamento de Estudios Internacionales de la IBERO
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