El Tercer Congreso Nacional de Morena, que ayer comenzó y este domingo culminará en la capital del país, resultó una nueva pasarela con aplausómetro para mostrar el músculo de dos corcholatas presentes, una ausente por las exequias de la reina Isabel II y otra rebelde que decidió no ser parte del cónclave guinda celebrado en la Sala de Armas del Autódromo Hermanos Rodríguez.

Pero también la advertencia de que a partir de 2024, el partido oficial ya no contará con su principal activo y promotor, el presidente Andrés Manuel López Obrador, así como las palabras sabias del exmandatario uruguayo, Pepe Mujica, sobre no repetir los errores del PRI.

El grito “¡Presidenta, presidenta, presidenta!” y “¡Claudia, Claudia, Claudia!”, se repitió desde que arribó al recinto, cuando recorrió los casi 100 metros hasta el templete, cuando la presentaron y en donde se dejó consentir, apapachar por la alta burocracia morenista, quien le aplaudió con fuerza. A su lado, Mario Delgado, como ella y el propio secretario de Gobernación, Adán Augusto López, con las manos en alto, en señal de triunfo.

Adán, el tabasqueño, quien arribó con un chaleco color guinda y en el templete se lo quitó, también se dejó querer, no desdeñó ninguna selfie, saludó, abrazó y recibió también muestras de apoyo y la ya clásica porra que lo acompaña en sus giras: “¡Presidente, presidente, presidente!”.

Los grandes ausentes a la pasarela oficialista fueron el canciller Marcelo Ebrard, enviado a las exequias de la reina Isabel II, y el senador Ricardo Monreal, quien se autoexcluyó del cónclave al criticar los métodos de selección de consejeros y lo que alista Mario Delgado con la encuesta para definir al candidato de Morena para 2024.

Luego vino Evo Morales, expresidente boliviano, en otro video, donde se cansó de alabanzas al Mandatario y en el que reiteró que es su salvador y prócer regional, y como remate y ya entregado a la causa oficialista guinda apuntó: “Si fuera mexicano, sería militante de Morena”.

El cónclave guinda no sólo fue pasarela de dos corcholatas presidenciales, también fue para placear en sábado a Delfina Gómez, en el templete al lado de Adán Augusto López y muy cerca de Mario Delgado y de Claudia Sheinbaum, arropada por gobernadores electos y en funciones. Y la porra que quiso parar por espontánea: “¡Gobernadora, gobernadora, gobernadora!”.

El recinto guinda se llenó de contingentes, algunos que aprovecharon el traslado gratis a los festejos patrios en el Zócalo.

Al final, los morenistas que no llegaron al recinto en camionetas 4x4 recibieron como recompensa una mochila.

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