En 44 minutos, los diputados de Morena, del Partido del Trabajo (PT) y del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) que lo visitaron en Palacio Nacional se entregaron a Andrés Manuel López Obrador… lo vieron y aplaudieron como su líder natural.
Tras concluir su conferencia de prensa, el Ejecutivo entró al patio central de Palacio Nacional y, cual rockstar, caminó entre gritos y aplausos; más de 250 voces al unísono coreaban: “¡Presidente, presidente, presidente!”.
López Obrador lucía sonriente. Dos días atrás recibió su regalo de cumpleaños, aunque no puntual: la aprobación del presupuesto 2022, que se avaló a las 2:32 horas del domingo, por lo que convocó a “sus diputados”.
En el templete, el Presidente tomó asiento al centro de siete sillas: a su derecha los secretarios de Gobernación y Hacienda, y a su derecha los coordinadores parlamentarios.
El titular de Segob indicó: “Señor Presidente, atendiendo a su indicación han sido convocados los integrantes de esta, su mayoría legislativa”, discurso que fue interrumpido por otra andanada de aplausos; parecían orgullosos de asumirse como soldados del Mandatario federal.
Luego fue el turno del líder morenista en San Lázaro, Nacho Mier, a quien en medio del ambiente festivo le gritaron “¡Gobernador, gobernador!”, a lo que de inmediato contestó: “¡nooo, shhh!”, a sabiendas de que el momento era para el jefe.
“Señor Presidente, líder indiscutible del Movimiento Regeneración Nacional, compañero de partido, pero sobre todo compañero de un proyecto para transformar la vida pública en México: estamos aquí con sus secretarios y con sus diputados. Queremos expresarle que, en el presupuesto, estos legisladores mostraron congruencia y consecuencia con el pueblo de México”, dijo.
El líder petista Alberto Anaya celebró a su vez haber cumplido “en aprobar un presupuesto que va a beneficiar el proyecto de nación que encabeza Andrés Manuel López Obrador”, mientras que el diputado verde Carlos Puente refrendó su lealtad: “Vamos con usted hasta el último día del mandato, sin titubeos, sin medias tintas”.
Tras 20 minutos de discursos y aplausos, fue el turno del tabasqueño, a quien se le entregaron nuevamente con gritos de “presidente, presidente”.
El Jefe del Ejecutivo agradeció por la congruencia, llamó a sus diputados auténticos representantes del pueblo y les pidió sentirse orgullosos y mantenerse a la zaga y la vanguardia de la transformación. Al terminar el evento, muchos corrieron en busca de la foto con el tabasqueño.
La mayoría que se impuso en la discusión del presupuesto se le entregó sin rubor al Presidente y advierten que actuarán igual con las reformas que vienen.