La oposición en la Cámara de Diputados señaló que la estrategia de seguridad de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo es “más de lo mismo, del ‘abrazos, no balazos’” que implementó Andrés Manuel López Obrador, y no resolverá el clima de violencia que se vive en diversas entidades, como Guerrero y Sinaloa.

Además, mencionó que es necesario que el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, acuda a San Lázaro para detallar el plan y explicar cómo se resolverá la escalada de violencia en el país.

Rubén Moreira, coordinador del PRI, dijo que los cuatro ejes que componen la estrategia carecen de alguna novedad, ya que “la Guardia Nacional viene funcionando como tal desde hace seis años; los sistemas de inteligencia, uno los presupone siempre y yo los he visto actuar desde hace muchísimos años. El tema es qué se hace con la inteligencia. Atajar las causas de la delincuencia... tienen que especificar cuáles son, porque si se está etiquetando a la pobreza como generador de la delincuencia, no estoy de acuerdo”.

Opinó que faltó incorporar la colaboración internacional y fortalecer a las policías locales, y tampoco se consideró la extensión para que el Ejército actúe hasta 2028.

“Sí parece una continuación de ‘abrazos y no balazos’, que yo diría: es una continuación de abrazos y no hacer nada, yo no veo que haya una decisión de ir contra el crimen”, lamentó.

La coordinadora de MC, Ivonne Ortega, señaló que debido a la escalada de violencia en Sinaloa y Guerrero, la Presidenta debería encargarse de la estrategia de seguridad en ambos estados: “La Presidenta debe tomar las riendas de la seguridad en Guerrero y Sinaloa”. En cuanto a la estrategia presentada ayer, refirió que es la continuación de la aplicada por López Obrador, que no dio resultados, y propuso que García Harfuch acuda a la Cámara de Diputados a explicar el planteamiento.

“Vale la pena, más que llamarlo a comparecer, que pudiera venir al pleno, pero creo que vale la pena que pueda explicar cuál es la estrategia, porque el tema cada día va escalando más y va para peor. La estrategia ‘abrazos, no balazos’, lamentablemente no dio resultados”.

Dijo que la decapitación del edil de Chilpancingo, Guerrero, debe prender los focos rojos del gobierno federal, porque significa que la violencia ha escalado a un nuevo nivel y representa un reto directo a la Presidencia. “Se escaló un peldaño todavía más peligroso, porque no sólo es el alcalde de Chilpancingo, independientemente del partido (...) o lo que haya tomado, sino que es la capital de Guerrero”.

Por su parte, el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, afirmó que la estrategia de seguridad de la Presidenta es correcta, y es respaldada por la mayoría en la Cámara Baja porque “no se puede cambiar a medio río, a medio camino”.

“Creemos que es la posición correcta, (...) haber refrendado el plan de seguridad es insistir en que hay que atacar las causas y hay que combatir la impunidad, y hay que lograr una sacudida al sistema de justicia que permitió todo lo que está sucediendo en el país: la impunidad, la complicidad, el tráfico de influencias, el nepotismo y todos los lastres que circulan y que penetran al Poder Judicial”.

Finalmente, el vicecoordinador de Acción Nacional, Federico Döring, consideró que la nueva estrategia de seguridad “es más de lo mismo y es propaganda”.

“No le van a confiscar el dinero a los criminales mientras Pablo Gómez siga en la UIF y siga teniendo criterios políticos y no de combate a la delincuencia (...) En Guerrero y Sinaloa deben renunciar tanto (...) Evelyn Salgado como (...) Rubén Rocha”, dijo.

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