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La crisis interna del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) provocará una pérdida de confianza y un problema de legitimidad para la elección federal de 2024, coincidieron María Marván Laborde y Mauricio Merino Huerta.
En contraste, Leonardo Valdés Zurita, exconsejero presidente del IFE (hoy INE), señaló que, a pesar de la crisis interna, el Tribunal no ha dejado de cumplir su responsabilidad de resolver los conflictos que se presentan en los procesos electorales.
“En términos generales se puede tener la confianza de que los magistrados están haciendo su trabajo y tomando decisiones en el marco de la Constitución. Esta situación conflictiva no tiene que ver afortunadamente con diferencias de criterios en las sentencias, sino que parece una crisis por cuestiones administrativas”, dijo Valdés.
Marván, investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, expresó que es muy lamentable lo que vive el órgano jurisdiccional encargado de calificar la elección del próximo año.
“Esto genera un problema de legitimidad para la elección de 2024, máxime con la declaración de ayer de la magistrada Mónica Soto diciendo, palabras más, palabras menos, que se reunió con el diputado Sergio Gutiérrez Luna (Morena) para asegurarle que los intereses de su partido estarían protegidos”.
Señaló que el Tribunal Electoral padece una crisis interna, por una composición que inició con problemas constitucionales y de legitimidad que ha tenido varias crisis, la primera operada, dijo, por el entonces presidente de la SCJN Arturo Zaldívar para obligar a la magistrada Janine Otálora a que renunciara a la presidencia.
“La presidencia del magistrado Vargas fue lamentable, tan es así que se le pidió la renuncia; Reyes Rodríguez venía haciendo un buen papel, pero se amafiaron Felipe de la Mata, Mónica Soto y Felipe Fuentes para generar esta crisis”, dijo.
Merino, investigador de la Universidad de Guadalajara, aseguró que el Tribunal Electoral está bajo fuego y esto provocará una pérdida de confianza en 2024.
“Es una decisión muy imprudente de estos tres magistrados, a la luz de la evidencia generada por un desencuentro entre los magistrados Soto, Fuentes y De la Mata contra el magistrado presidente Rodríguez y Otálora, pero del otro lado hay una evidente intención por parte de la mayoría parlamentaria de Morena de que los dos magistrados que faltan por nombrar sean afines a su predilección. Son las dos cosas”, indicó.
Señaló que la máxima instancia electoral del país, el TEPJF, está “bajo fuego” en un proceso electoral donde hay muchas faltas a las normas, como actos anticipados de campaña, la precampaña, “que es campaña, hay dinero que corre a manos llenas, espectaculares.
“Se esperaría que habría un órgano jurisdiccional muy fuerte y estamos viendo todo lo contrario. Lamento mucho lo que están haciendo estos tres magistrados, porque no se dan cuenta de la altura de su responsabilidad”, destacó Merino.
Marván Laborde aseguró que es imposible de entender por qué “el partido de Claudia Sheinbaum o el gobierno de Morena” propician esta deslegitimación del Tribunal, cuando todas las encuestas dicen que aparentemente son los que tienen la posibilidad de ganar la Presidencia de la República.
“No entiendo por qué están propiciando eso, por qué se oponen a tener tribunales electorales completos. No hay un solo Tribunal Electoral local completo, no hay una Sala Regional completa y también la Sala Superior está incompleta. Ellos deberían ser los primeros interesados en tener un tribunal legítimo, porque es la última instancia que dará la calificación de la elección presidencial”, aseveró.
Merino Huerta hizo un enérgico llamado a los magistrados a que superen sus diferencias por la vía institucional para cerrar el paso a los “despropósitos políticos” que, lamentó, están llegando al proceso electoral.
Leonardo Valdés consideró el incumplimiento del Senado al no haber designado a los magistrados del Tribunal, salas regionales y tribunales estatales, que están incompletos por la negligencia de la Cámara Alta. Es un ingrediente grave en dicha crisis.
“El Senado tiene una dosis de responsabilidad importante; sin embargo, tengo la impresión que pudiera ser una salida la posibilidad de que el magistrado presidente renuncie, porque eso permitirá nombrar a un nuevo presidente y que se subsanen las deficiencias que los magistrados ven”, dijo.
