El año pasado fue el más violento para los defensores del medio ambiente en el país, con un saldo de 18 asesinatos contra los 15 de 2019, y un total de 90 agresiones, de las cuales ocho están ligadas al proyecto del Tren Maya, uno de los más importantes del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Con este panorama se constata que prevalece una violencia estructural y generalizada en contra de quienes defienden el patrimonio natural, la tierra y el territorio, alertó el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA).
Según el informe sobre la situación de este sector en México, en su edición 2020, presentado este martes por el CEMDA, se identificó que, previamente a su homicidio, los protectores del medio ambiente fueron víctimas de amenazas o de desaparición forzada.
“Debe haber voluntad política para destinar los recursos presupuestales suficientes para la adopción de una política pública integral de protección de las personas defensoras ambientales, así como también, por ejemplo, evitar los recortes al presupuesto que se han dado en los últimos años a instituciones ambientales de relevancia, como es el caso de la CONANP o la Profepa”, señaló el director del CEMDA, Gustavo Alanís.
Los taladores y el sector de obras de vías de comunicación son los principales generadores de ataques contra personas, comunidades y organizaciones de la sociedad civil que ejercen la defensa ambiental. En 2020 se registraron 19 ataques contra hombres (15 de ellos resultaron asesinados) y 11 contra mujeres (tres de ellas muertas); 16, en contra de comunidades, y 12, en contra de asociaciones civiles.
Lugares destacados
En Chiapas, Campeche, Estado de México, Chihuahua, Ciudad de México, Guerrero y Veracruz se registró un incremento en los ataques contra defensores de los derechos ambientales.
En 26 de las agresiones se conoce que el agresor registrado fue presuntamente un agente del Estado.