Las en territorio nacional alcanzaron en los primeros cinco meses de 2024, 590 mil 401, cifra superior a la que se registró en el mismo lapso de 2023 cuando sumaron 184 mil 857, es decir, tuvo un aumento de 219.3%.

De acuerdo con un análisis a las cifras reportadas por la Unidad de Política Migratoria, de la Secretaría de Gobernación (Segob), mientras de enero a mayo de 2023 se detuvieron en promedio a mil 232 personas en condición de movilidad cada día, en ese mismo periodo de 2024 se presentaron 4 mil arrestos cada 24 horas.

De acuerdo con la dependencia que dirige , los migrantes originarios de Venezuela sumaron el mayor número de arrestos de enero a mayo de este año, con 160 mil 875, seguido por Ecuador, con 61 mil 526; Honduras, 52 mil 476; Guatemala, 50 mil 108, y Colombia, con 36 mil 596.

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Los estados en los que se realizaron el mayor número de capturas fueron: Tabasco, con 276 mil 722; Chiapas, 191 mil 276; Baja California, 26 mil 978; Sonora, 13 mil 738, y Veracruz, con 17 mil 78.

“Si la cifra de capturas se mantiene, en sólo cinco meses se superarán los arrestos de todo el año anterior, que ya fue un récord histórico. La cifra de capturas se aproxima a las 788 mil 907 que hubo durante todo 2023”, dice Eunice Rendón, directora de Agenda Migrante.

Rendón explica que el aumento de aprehensiones de migrantes es debido a la continua presión estadounidense, y recuerda que a finales de 2023 vino al país una delegación de alto nivel del gobierno de Joe Biden para presionar nuevamente en materia migratoria, porque “México está dejando pasar mucha gente” por su frontera sur.

En los últimos tres meses de 2023, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) reportó un aumento de aprehensiones de personas en condiciones de movilidad al tratar de ingresar ilegalmente al vecino país.

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En octubre del año pasado, esa agencia estadounidense registró 240 mil 930, al mes siguiente esa cifra creció a 242 mil 402 y en diciembre fueron 301 mil 983.

La directora de Agenda Migrante expone que a partir de enero de 2024 ha aumentado el número de capturas de migrantes en territorio nacional, a la par de que disminuyeron en 25% los arrestos de ilegales en la frontera norte.

El excomisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Tonatiuh Guillén López, dice que persisten los flujos irregulares en el país, “que crecieron muchísimo en 2022 y sobre todo en 2023, y todavía tienen una secuencia importante en los primeros meses de 2024”.

Comenta que “las detenciones de migrantes del gobierno de México son bastante curiosas, porque no implican que las personas sean objeto de retornos a sus países, sino que sólo se les detiene, en el caso del norte en particular, y se les regresa a la Ciudad de México, a Chiapas o a Tabasco, sobre todo estos dos últimos estados, pero no salen del país las personas. Entonces vuelven a intentar cruzar ilegalmente a Estados Unidos y vuelven a ser detenidas”.

El exfuncionario federal menciona que en los últimos cinco años cambió la política migratoria con los acuerdos que se realizaron con el gobierno del expresidente estadounidense Donald Trump, para evitar que más migrantes intentaran cruzar de manera ilegal la frontera entre México y la Unión Americana.

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“Se establecieron acuerdos con el gobierno de Trump para que México incluso incorporara al Ejército, a través de la Guardia Nacional, en tareas de detención. O sea, sí cambió la política migratoria para tener un aparato de contención mucho más potente que se logró a través de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración”, refiere.

Cristina Hernández Engrandes, académica del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), externa que la violencia, la inseguri dad, los desastres asociados a eventos climáticos catastróficos y la pobreza en la región siguen empujando los flujos migratorios hacia la Unión Americana.

“Estas capturas, en primer lugar, no deberían ser consideradas como tales, porque recordemos que migrar no es un delito. Incluso sin documentos, incluso de manera irregular, que no ilegal. Hay que decir también que es necesario hablar de migración irregular, no migración ilegal, está ocurriendo en un contexto de crisis humanitaria de toda la región, y cuando digo toda la región, es desde la frontera norte de Estados Unidos hasta toda Sudamérica”, argumenta.

La académica universitaria asegura que actualmente se vive una crisis humanitaria grave y frente a ella la respuesta del Estado mexicano debería ser una política migratoria fincada en los derechos humanos y no en la clave de seguridad fronteriza.

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“No está asumiendo esto como tal, pese a que tenemos numerosos instrumentos de derecho internacional de los derechos humanos, como el Pacto de Marrakech, en el que se plantea la obligación de todos los gobiernos de generar políticas públicas, instituciones y destinar recursos para garantizar una migración segura para todas las personas, pero esto es letra muerta, asegura.

Subraya que hoy en día una gran parte de los países están destinando sus esfuerzos para contener la migración a partir de medidas improvisadas o de instalar albergues.

“Las instituciones deberían estar dirigidas a proteger los derechos de quienes están migrando, porque la movilidad humana ya no es como la de hace 10 años, que eran hombres entre los 20 y 40 años que buscaban ingresar a Estados Unidos para mejorar sus condiciones de vida y la de sus familias”, dice.

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