Los cartuchos de armas de fuego asegurados por las Fuerzas Armadas registraron un aumento de 39.53% en los cuatro primeros años de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En el periodo del 1 de enero de 2019 al 31 de diciembre de 2022, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Marina (Semar) incautaron 6 millones 539 mil 580 cartuchos de diversos calibres.
En tanto que en los cuatro primeros años del expresidente Enrique Peña Nieto, del 1 de enero de 2013 al 31 de diciembre de 2016, se aseguraron 4 millones 686 mil 548. Ello significa que en la actual gestión se registró un incremento de un millón 853 mil 32 cartuchos incautados, según respuestas a solicitudesde información vía transparencia realizadas por EL UNIVERSAL.
De 2019 a 2022, los estados con el mayor número de incautaciones de cartuchos fueron Sonora, con 3 millones 791 mil 169; Tamaulipas, con 820 mil 485; Michoacán, con 429 mil 459; Zacatecas, con 231 mil 3; Jalisco, con 193 mil 206 y Guerrero, con 187 mil 242.
El 3 de marzo de 2022, por ejemplo, las Fuerzas Armadas realizaron un aseguramiento histórico en Sonora de 2 millones 829 mil 950 cartuchos de diversos calibres, así como de diverso material bélico.
De 2013 a 2016, en la administración de Peña Nieto, las entidades que concentraron el mayor número de incautaciones fueron Tamaulipas, con 2 millones 449 mil 192; Sonora, con 377 mil 765; Sinaloa, con 332 mil 744; Michoacán, con 286 mil 254; Guerrero, con 258 mil 228 y Chihuahua, con 185 mil 845.
De manera paralela, de 2019 a 2022, el material bélico asegurado que comprende armas de fuego, cargadores y granadas aumentó en 6.12%.
En los cuatro años de López Obrador citados, el material bélico asegurado fue de 203 mil 447 piezas, mientras que en el mismo periodo de Peña Nieto se registraron 191 mil 712 piezas, es decir 11 mil 735 más.
La internacionalista Arlene Ramírez Uresti, señala que el aumento en incautaciones de armas y municiones refleja que el país está inundado de material bélico. Refiere que las armas incautadas son aquellas pertenecientes a delincuentes que tienen proximidad con los ciudadanos.
“Algo que nos lleva a pensar eso y a tenerlo con certeza, es el número de homicidios dolosos con arma de fuego y el manejo incluso de calibres diferentes.
“También vemos otro tipo de delitos como son el robo que se cometen con armas, incluso la venta de este material está impactando de manera negativa el tema de seguridad y el número de homicidios”, resaltó la profesora de la Universidad Iberoamericana.
Francisco Rivas, director general del Observatorio Nacional Ciudadano, comentó a su vez que no hay claridad en las armas decomisadas son producto de la acción de las Fuerzas Armadas o si indican un aumento sustancial de los arsenales en circulación.
Considera que en el sexenio de Felipe Calderón el número de homicidios por armas de fuego era ligeramente menos a 60%; en la administración de Peña Nieto llegó a 65% y hoy a más de 70%.
Incluso los feminicidios que no están ligados al crimen organizado, sino a problemas sociales como la violencia de género, se ejecutan con arma de fuego.
Víctor Carmona, docente del Centro de Estudios del Ejército y Fuerza Aérea, dijo que en este gobierno los aseguramientos de cartuchos generalmente son de armas de bajo calibre. Detalla que estas operaciones se distinguen porque son de larga duración, derivado del monitoreo de las Fuerzas Armadas en ciertas zonas que son consideradas de alta violencia, sobre todo en el trasiego de drogas y armas.
El también profesor e investigador del Instituto de Estudios Criminológicos refiere que algunos jóvenes que están a cargo de resguardar las casas de seguridad y arsenales, al observar los rondines del Ejército, se ponen nerviosos.
“Entonces los militares les hacen un interrogatorio breve y ellos mismos, los jóvenes, se delatan y terminan por confesar que están resguardando armamento que pertenece a la delincuencia organizada.
“Es así como los elementos llegan a las casas de seguridad y decomisan armamento o droga”, explica el especialista.
Sostiene que el hecho de incautar cartuchos es como dar aspirinas a un cuerpo canceroso, mientras se está dejando de lado el armamento de alto calibre.
Javier Ortiz Sullivan, consultor en seguridad pública, expresa que, si bien las solicitudes de transparencia han demostrado que hay un aumento en el aseguramiento de armas, el incremento significativo en las incautaciones de munición podría explicarse con mejores técnicas para ocultarlo.
De igual forma, en el trasiego de estos pertrechos, lo que implicaría que cada vez puede introducirse más cantidad a territorio nacional, dijo.
Esta situación pudiera obedecer a los cambios administrativos en las aduanas, con la consiguiente curva de aprendizaje del personal y el relajamiento en la inspección que podría haber facilitado o hacer menos riesgoso introducir armas y municiones a nuestro país.