En el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador no sólo no se ha frenado la migración de mexicanos hacia Estados Unidos, sino que se ha incrementado 168.7% en comparación con las cifras de la administración de su antecesor, Enrique Peña Nieto.
De acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) bajo el gobierno del exmandatario priista fueron arrestados 1 millón 129 mil 434 connacionales al tratar de cruzar ilegalmente hacia Estados Unidos. En tanto, a partir de 2019, primer año de la administración actual, y hasta febrero pasado se registraron 3 millones 35 mil 515, cifra con la que se llenaría casi 40 veces el Estadio Azteca de la Ciudad de México.
La agencia estadounidense reporta que ni la pandemia de Covid-19 frenó la migración de mexicanos que intentaron cruzar hacia el vecino país, pues durante el año fiscal 2021, que inicia el 1 de octubre y se extiende hasta el 30 de septiembre del año siguiente, se contabilizaron 655 mil 594, 120.2% más que en 2020.
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Este es el comportamiento en el número de detenciones de migrantes mexicanos desde que inició esta gestión. En 2019 fueron arrestados por agentes policiales fronterizos 237 mil 78; en 2020, 297 mil 711; 2021, 655 mil 594; 2022, 808 mil 339; 2023, 717 mil 33, mientras que en lo que va de 2024, del año fiscal estadounidense, se alcanzan 319 mil 760.
Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, las cifras de detenciones de connacionales fueron: 2013, 267 mil 734; 2014, 229 mil 178; 2015, 188 mil 122; 2016, 175 mil 353; 2017, 116 mil 790 y 2018, 152 mil 257.
Consultado al respecto, el excomisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Tonatiuh Guillén López menciona que el número de detenciones de mexicanos que intentan pisar de manera ilegal suelo estadounidense ya superó con creces a los migrantes venezolanos, ecuatorianos, guatemaltecos y salvadoreños.
“Ahora somos la nacionalidad más grande arribando a Estados Unidos, muy superior a los centroamericanos, muy superior a los venezolanos y muy superior a cualquier otra nacionalidad”, asegura.
Menciona que el punto crítico del éxodo de mexicanos hacia Estados Unidos inició en 2020, pues a partir de ese año comenzaron a huir de sus lugares de origen familias completas por la violencia que enfrenta la mayor parte del país.
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“La parte crítica de la migración México-Estados Unidos comenzó en el 2020 y se agudizó en 2022 y 2023 cuando se agregaron al flujo familias enteras. Y esas familias son en su gran mayoría población desplazada por las violencias en las regiones del país”, precisa.
El exfuncionario federal explica que el flujo mexicano de 2022 y 2023 tiene dos grandes componentes: uno, relacionado con el mercado laboral y el relacionado con la crisis de violencia e inseguridad en las regiones. Y este segundo grupo son nuestros desplazados que buscan protección y se movilizan hacia Estados Unidos. Esos dos grupos, explican un crecimiento muy grande de la movilidad de mexicanos”.
Según las cifras de la CBP, en los últimos tres años de gobierno de Peña Nieto se registraron 7 mil 959 arrestos de familias en la frontera con el vecino país, en tanto de 2022 hasta febrero pasado esa cifra se disparó a 349 mil 590. Tan sólo en lo que va del año fiscal estadounidense de 2024, agentes migratorios de la Unión Americana han arrestado a 152 mil 241.
Guillén López agrega que durante la administración de Peña Nieto el país vivió una situación interna económica relativamente buena y dejamos de ir al país vecino, pero con el presidente Andrés Manuel López Obrador hubo una gran crisis derivada de la pandemia y la otra gran crisis, que, asegura, esa sí es responsabilidad del Mandatario, es la de inseguridad y violencia, así como las que miles de familias dejan sus lugares de origen.
Cifras de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob) indican que en 2022, los connacionales repatriados por Estados Unidos sumaron 258 mil, mientras que en 2023 se registraron 214 mil 849.
Eunice Rendón, coordinadora de Agenda Migrante, destaca, al igual que Guillén López, que desde hace cinco años cambió el perfil de los mexicanos que buscan ingresar ilegalmente a la Unión Americana.
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“En los últimos cinco años, la inseguridad y el riesgo a perder la vida es lo que empuja a más familias mexicanas a intentar cruzar la frontera con Estados Unidos de manera ilegal. Migra la familia completa porque ya le mandaron la cabeza de uno de sus integrantes; a mí me tocó conocer uno de estos [casos] en Michoacán”, comenta.
“Esta nueva oleada de mexicanos que se da a partir de mediados del 2020, se da principalmente por el tema de la violencia y la inseguridad”, refiere Rendón. Agrega que ese flujo seguirá aumentando hasta en tanto el país enfrente la crisis de violencia e inseguridad que padece.
Especialista en temas de seguridad, David Saucedo, expone que el perfil de las familias mexicanas que intentan ingresar ilegalmente a suelo estadounidense es principalmente de personas de baja condición socioeconómica.
“Quienes migran son de ingresos bajos. Son segmentos de la población que enfrentan muchas carencias, que encima de su situación socioeconómica compleja, de falta de oportunidades educativas, laborales, de acceso a la justicia y encima de todo eso tienen que padecer las presiones de los grupos criminales. Esta es una de las facetas más atroces de la guerra entre cárteles en México”, refiere.
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Precisa que estas migraciones se dan principalmente en estados de alta violencia homicida, como Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Zacatecas, Sonora, Colima, Guerrero y Chiapas
Saucedo menciona que el gobierno federal ha centrado su atención en la migración que se origina por razones económicas, “pero esa migración tiene una característica: genera remesas. Pero no es el caso de las familias desplazadas del narco. De plano se repliegan cuando huyen del país y no mandan recursos”, subraya.