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Lo define como un “trabajo invisible”: no se ve, pero ha sido fundamental durante la pandemia. Es el lavado de la ropa Covid .
Así le llama el Tercer Maestre, Luis Roberto Hurtado Mata, a los uniformes que usan médicos y enfermeras navales que están en la primera línea de batalla contra el nuevo coronavirus , y las prendas de los pacientes a los que atienden.
Hurtado es uno de los 18 elementos de la Secretaría de Marina (Semar) encargados de lavar, enjuagar, desinfectar y desmanchar batas, toallas, cobertores, sábanas, colchas, fundas y ropa quirúrgica del Centro Médico Naval, al sur de la Ciudad de México .
Desde la lavandería de ese hospital, el más importante de la Marina , Hurtado Mata asegura que el temor al manejo de la ropa contaminada con Covid-19 es menor ahora que cuando inició la pandemia , en marzo de este año.
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“El temor a la fecha sigue un poco latente; disminuyó porque ya sabemos cómo hacer el manejo de esa ropa. Al principio era algo nuevo para nosotros y no sabíamos cómo íbamos a reaccionar ante esa enfermedad. Poco a poco fuimos perfeccionando los métodos y seguimos teniendo el temor, pero ya disminuyó”, asegura.
Protegidos con un equipo especial, los encargados de la lavandería trasladan la ropa, la introducen a las lavadoras e implementan el proceso de rutina, aunque esa rutina se modificó con la llegada del Covid-19.
“Antes eran procesos diferentes del lavado de ropa, era un lavado más convencional, como lo teníamos acostumbrado. Pero con la llegada de la pandemia, modificamos los procesos de lavado, como las dosificaciones de producto y temperaturas”, comenta.
Al día, detalla el Tercer Maestre, lavan entre 500 y 600 kilogramos de la llamada “ropa Covid”, con detergentes, cloro, suavizantes y neutralizantes. Los mismos químicos que aplican para la ropa y sábanas que no viene del área Covid.
“En general seguimos utilizando los mismos químicos; lo único que modificamos fue la dosificación, que fue mayor: Es decir, antes manejábamos 250 mililitros y ahorita estamos entre 300 y 350 mililitros de cada producto en cada proceso porque no nada más es lavado. Hay un prelavado, un enjuague, un prelavado y así sucesivamente”, refiere.
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Hurtado Mata recuerda que, en los primeros meses de la pandemia, hubo exceso de trabajo en la lavandería porque se incrementó el número de pacientes con Covid-19 en el Centro Médico Naval .
“Al principio fue con miedo y hasta entre nosotros, como compañeros, decíamos ‘no sabemos cómo le vamos hacer’… pero gracias a que nos implementaron el equipo necesario para la recolección de la ropa contaminada, es un equipo especial, fuimos perdiendo el temor y ya fuimos más confiados a recoger la ropa”, señala.
Para el Tercer Maestre, su trabajo “es un área invisible, pero no menos importante porque gracias a que nosotros hacemos bien nuestro trabajo, pues el paciente y el personal de sanidad pueden estar confiados de que la ropa va desinfectada”.
Su mayor satisfacción es que el personal médico y los pacientes se sientan bien y seguros con la ropa limpia que se les proporciona en el hospital.
“Que el paciente se sienta a gusto; que no haya, a lo mejor, una molestia de que la ropa esté incómoda o que se sientan desprotegidos, que a lo mejor sientan que tiene alguna infección... Esa es nuestra satisfacción”.
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Hurtado Mata asegura que lo mejor de su experiencia durante la pandemia es que él y sus compañeros han superado el miedo.
“Gracias a las recomendaciones que nos ha hecho el sector salud y la Secretaría de Marina en conjunto, pues hemos superado eso. Y al menos para mí, eso es lo que también me ha movido: que nos recomiendan muchas cosas, por eso hemos salido avante”.