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“La justicia constitucional puede morir, así como muere la democracia”, sentenció el ministro José Ramón Cossío Díaz durante la ceremonia con la que culminó 15 años de trabajo en el interior de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Durante la sesión solemne de la Corte, el ministro Javier Laynez Potisek le dedicó unas palabras a su compañero saliente y destacó su agudeza, sentido del humor y capacidad reflexiva.

La cita para la ceremonia estaba fijada a las 13:00 horas de ayer, sin embargo, Cossío Díaz llegó a la Corte desde las 8:30 para dejar preparados los últimos detalles de los asuntos que tiene en su ponencia.

Discutió algunos asuntos con sus secretarios de estudio y cuenta, recibió a litigantes, preparó su discurso final y posteriormente bajó al salón de plenos para ese momento para el que se había preparado mentalmente desde hace un par de meses.

En su discurso, Laynez Potisek retomó las palabras que el propio Cossío Díaz dijo a EL UNIVERSAL y reiteró que “la Suprema Corte va a tener que contender mucho con el poder político y con otros fenómenos que no se habían presentado.

“Su retiro se da en un contexto histórico en el que esta institución está llamada a refrendar ante la sociedad mexicana su compromiso de no bajar la guardia en la protección de los derechos humanos y garantizar el mantenimiento del sistema de pesos y contrapesos”, agregó el ministro Laynez Potisek.

Al concluir, José Ramón Cossío le respondió con un mensaje que estremeció al salón de plenos.

“Les pido que se acomoden; esto no va a durar tan poco, como ustedes creen”, indicó el ministro luego de bromear sobre el tiempo que tardaría en pronunciar su discurso y la hora y media de resumen que seguramente querría hacer la ministra Margarita Luna Ramos.

Inicios. Hace 15 años, cuando José Ramón Cossío Díaz llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, fue el primer ministro designado en un proceso histórico de alternancia en Los Pinos con la salida del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y la llegada del primer presidente no priísta de los últimos 70 años, el panista Vicente Fox Quesada.

“La democracia mexicana gozaba de cabal salud. Más allá de si a alguno le gustaba o no que Fox fuera el presidente de la República, que hubiera una presencia muy importante de ciertos partidos en dos cámaras, más allá de eso teníamos una muy importante idea de la democracia en el mundo y en México”, señaló.

De igual manera, la salida del ministro coincide con otro momento histórico donde la alternancia en el poder favoreció a Andrés Manuel López Obrador, con lo que por primera vez un candidato emergido de un partido de izquierda llegará a la silla presidencial.

“Si nos preguntamos dónde estamos, el día de hoy me parece que el panorama no es tan halagüeño como estaba en ese año en el que llegué”, dijo.

La sesión. Después de una ceremonia que duró 45 minutos, el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar Morales, declaró levantada la sesión y, una vez que hizo sonar el mallete con un golpe final, el pleno se inundó de aplausos y vítores dirigidos a José Ramón Cossío, quien abrazó a todos y cada uno de los ministros que permanecerán en el máximo tribunal.

Antes de cruzar la puerta de salida del pleno, Cossío Díaz dio una mirada por última vez al que fue su lugar durante 15 años y dirigió un postrero adiós a los asistentes del salón y a sus compañeros.

En los pasillos por los que diariamente durante tantos años el ministro iba de una puerta a otra sin cesar el ambiente era nostálgico, aunque alegre, puesto que la ponencia despedía a un líder que les contagió eso de “no quedarse quietos”.

Opinan sobre perfil. Sobre quien sustituirá al ministro José Ramón Cossío, algunos especialistas emitieron su opinión.

José de Jesús Orozco Henríquez, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, subrayó que quien sea designado debe tener un perfil académico, con solidez jurídica y de preferencia mujer para mejorar la proporción de género.

Resaltó que en el país hay hombres y mujeres que pueden cumplir con ese perfil, que deberá ser un equivalente a lo que ha sido Cossío. “Alguien con un perfil académico sería significativo (…) Sobre todo que la contribución que hizo el ministro fue de la mayor relevancia y sería deseable que alguien de una calidad semejante pudiera llegar a la Corte”, insistió Orozco Henríquez.

El director del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), Gerardo Laveaga, consideró que el próximo ministro debe cumplir con el perfil de un verdadero juez constitucional que no sólo aplique la ley, sino la Constitución.

Mientras tanto, la magistrada Lilia Mónica López Benítez enfatizó que debe ser una persona sin compromisos de ninguna índole.

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