En el año anterior a la declaración pandémica por el Covid-19, la Dirección General de Epidemiología (DGE) recibió menos de la quinta parte del presupuesto destinado para llevar a cabo las labores de vigilancia, diagnóstico y referencia epidemiológica, reveló la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Según la tercera entrega del Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2019, la DGE tampoco elaboró los diagnósticos para conocer cuánto de su personal necesitaba capacitación ni cuáles eran sus necesidades, tanto en vigilancia epidemiológica como en análisis de muestras de laboratorio.
De los 553.25 millones de pesos asignados al programa presupuestario U009 Vigilancia epidemiológica de la Secretaría de Salud (Ssa), 82.3% del dinero que debía ser asignado a la DGE, equivalente a 455.39 millones de pesos, se entregó en su lugar al Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece). Esto quiere decir que sólo 17.7% (97.8 millones de pesos) del dinero que le correspondía le fue entregado a la DGE.
La misma situación ocurrió con el presupuesto aprobado de 323.6 millones de pesos, mediante el programa Prevención y Control de Enfermedades, ya que, a pesar de que el programa se dirigió a la prevención y control, 60.8% (196.7 millones de pesos) de su presupuesto fue para la DGE, y 39.2% (126.8 millones de pesos) para el Cenaprece.
En cuanto a la formación y capacitación del personal de salud en materia de vigilancia epidemiológica, la Ssa otorgó dos tipos de cursos: las sesiones virtuales de Pulso Epidemiológico y capacitaciones presenciales. La dependencia acreditó que instruyó a mil 81 personas mediante sesiones virtuales, 6% de las 18 mil 122 registradas en su base de datos, y a 84 personas con cursos presenciales, 8.6% de las 978 registradas en su base de datos.
“[Sin embargo], no elaboró el diagnóstico para identificar las necesidades de formación y capacitación, en materia de vigilancia epidemiológica”.