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El 14 de febrero de 1972, la República Popular China y los Estados Unidos Mexicanos establecieron oficialmente relaciones diplomáticas, lo que marcó el comienzo de una nueva era de los lazos binacionales y aportó positivas contribuciones a la solidaridad y la cooperación entre los países en desarrollo. A lo largo de medio siglo, con los esfuerzos aunados, los dos países han dominado con firmeza el rumbo del desarrollo de los vínculos bilaterales independientemente de las vicisitudes internacionales, de modo que el barco de la amistad chino-mexicana siempre avanza por un rumbo acertado surcando las olas de los tiempos.
En los 50 años que pasan volando, China y México se han convertido en buenos amigos, de confianza mutua. De la apertura de las relaciones diplomáticas en 1972 al establecimiento de la Asociación Estratégica en 2003, y a la elevación de las vinculaciones binacionales al nivel de la Asociación Estratégica Integral en 2013, en ocasión de la visita histórica del presidente Xi Jinping a México, los lazos binacionales han venido abriendo nuevos capítulos históricos. Bajo la orientación estratégica de los mandatarios de ambos países, la confianza mutua política binacional viene profundizándose.
Siendo por igual grandes países en desarrollo y mercados emergentes, China y México han mantenido una estrecha comunicación en los asuntos internacionales y regionales, realizado coordinación y colaboración en las importantes plataformas multilaterales como la ONU, el G-20 y el Foro China-Celac, y aportado positivas contribuciones a la defensa de los derechos e intereses legítimos de ambos países y otros en desarrollo, la salvaguardia de la equidad y la justicia internacionales, y la respuesta conjunta a los desafíos globales.
En los 50 años que pasan como una flecha, China y México se han convertido en buenos socios de cooperación mutuamente beneficiosa. Frente a la pandemia nunca conocida en una centuria, ambos países se han solidarizado y ayudado recíprocamente.
Hasta la fecha, China ha suministrado más de 34 millones de dosis de vacunas e insumos a México, que han jugado un importante papel para ayudar a México a implementar su plan nacional de vacunación. Ambos países también han profundizado su cooperación en la producción conjunta de vacunas, fomentando así con acciones concretas la construcción de la comunidad global de salud para todos.
Además, la carta de cooperación económico-comercial bilateral cada vez más grande ha generado beneficios tangibles para ambos pueblos. China ya es el segundo socio comercial y el tercer mercado de exportaciones para México, y el volumen comercial bilateral se ha multiplicado por más de 7 mil veces desde el inicio de las relaciones diplomáticas.
El arándano, el aguacate, el tequila y la cerveza de México son cada día más populares entre los consumidores chinos. Nos llegan una tras otra las buenas noticias sobre la cooperación binacional en áreas como el transporte, el petróleo, gas natural, las telecomunicaciones y la construcción de parques industriales.
En los 50 años que pasan en un parpadeo, China y México se han convertido en buenos hermanos de entendimiento y afecto mutuos. Tanto China como México son por igual civilizaciones antiguas. En el siglo XVI, la Nao de China que navegaba surcando olas a lo largo de la ruta marítima de la seda fue testigo de los intercambios de larga data entre ambos pueblos. Desde el comienzo de los lazos diplomáticos, los dos pueblos han tenido un deseo aún más vehemente de conocerse y acercarse el uno al otro.
En 2013, el primer Centro Cultural de China en América Latina se instaló en México. En la actualidad, México ya cuenta con cinco Institutos Confucio, situándose en el primer lugar de toda la región. Al mismo tiempo, el número de chinos y mexicanos que estudian en el otro país viene aumentándose, y ellos se perfilan como mensajeros de la amistad tradicional chino-mexicana.
La cooperación deportiva binacional también ha cosechado abundantes frutos. A modo de ejemplo, las historias de la entrenadora china Ma Jin de clavadistas mexicanos, o el entrenador de futbol Bora Milutinovic de nacionalidad mexicana, quien encabezó a la selección de China a obtener su clasificación en la Copa Mundial, han pasado a los anales del intercambio amistoso entre los círculos deportivos de ambos países. Actualmente, cuatro atletas mexicanos están compitiendo en los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing. Esperamos que tengan excelente desempeño en Beijing, ciudad que ha albergado tanto los Juegos Olímpicos de verano como los de invierno.
El presidente Xi Jinping una vez dijo que la profunda amistad entre China y México, como un tequila añejo por un largo periodo de tiempo, ostenta un aroma duradero.
En estos 50 años transcurridos, las relaciones amistosas sino-mexicanas son cada día más sólidas y dinámicas. La parte china otorga alta importancia al desenvolvimiento de sus lazos con México, y está dispuesta a trabajar junto con la parte mexicana para abrir horizontes más promisorios para los vínculos binacionales.
Primero: necesitamos tomar con certeza el pulso de nuestro tiempo. Frente a la pandemia nunca vista en un siglo, el desarrollo global enfrenta nuevas situaciones y desafíos. En este contexto, el presidente Xi Jinping ha propuesto la Iniciativa para el Desarrollo Global, poniendo de manera explícita la cuestión de desarrollo en el centro de la agenda global para la cooperación, y llamando a la comunidad internacional a atribuir efectivamente importancia a la situación especial de los países en desarrollo, con miras a forjar consensos y sumar fuerzas para acelerar la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Se trata de un importante bien público más que China ofrece a la comunidad internacional. Siendo por igual grandes países en desarrollo bien influyentes, China está dispuesta a aunar esfuerzos con México para traducir la iniciativa en acciones concretas y promover un desarrollo global más robusto, verde y sano.
Asimismo, China seguirá esforzándose con México para respaldarse mutuamente en el respectivo camino de desarrollo y reforzar la articulación de las estrategias de desarrollo, a fin de enriquecer aún más la connotación de los vínculos sino-mexicanos y contribuir al desarrollo de los dos países.
Segundo: necesitamos profundizar la cooperación sustancial. Desde hace tiempo, la historia nos ha enseñado que China y México no son rivales para competir sino socios de cooperación. La cooperación sustancial binacional cuenta con infinitas oportunidades y un enorme potencial. China se dedica activamente a optimizar la estructura de su comercio con México y está a la expectativa de impulsar junto con México la liberalización y la facilitación del comercio y la inversión entre los dos países.
China da la bienvenida a las empresas mexicanas a explorar activamente el mercado chino y aprovechar bien plataformas como la Exposición Internacional de Importaciones de China, para promover la exportación a China de más productos mexicanos de buena acogida. Con un espíritu emprendedor e innovador y aprovechando la buena coyuntura, ambas partes han de identificar con precisión sus ventajas en ubicación geográfica e industrias, y ampliar la cooperación en sectores emergentes como 5G, vehículos eléctricos, economía digital, asistencia médica, salud y desarrollo verde, con vistas a promover la mejora de la calidad y la actualización de la cooperación sustancial, en beneficio de ambos pueblos.
Tercero: necesitamos ahondar la amistad entre los dos pueblos. Como reza un proverbio chino: “Las buenas relaciones entre los países radican en la hermandad de sus pueblos”. La pandemia no puede impedir la profunda amistad que une a los dos pueblos. Llevaremos a buen puerto, de forma flexible y variada, las actividades para festejar el 50º aniversario de relaciones diplomáticas, apretando el acelerador de los intercambios culturales y de pueblo a pueblo. El 14 de febrero, los servicios postales de China y México emitirán de forma conjunta estampillas postales conmemorativas del 50º Aniversario del Establecimiento de Relaciones Diplomáticas China-México, y 15 parejas de provincias, estados y ciudades hermanados representativos de ambos países iluminarán sus edificios emblemáticos con espectáculos de luces y colores de las banderas nacionales.
En el transcurso del año, ambas partes también llevarán a cabo otras actividades de festejo a múltiples instancias, en diversos campos y de diferentes formas. Todos los círculos de ambas sociedades son bienvenidos a participar y aportar contribuciones al pleno éxito de estas actividades.
El 50º aniversario de relaciones diplomáticas entre China y México coincide con el Año del Tigre según el calendario lunar chino, que simboliza la fuerza, la valentía y la intrepidez. Que trabajemos juntos, con el vigor y brío del tigre, para continuar la amistad tradicional y abrir nuevos horizontes, escribiendo así flamantes capítulos de los lazos sino-mexicanos.