La sana distancia, los módulos para lavarse las manos constantemente con agua y jabón, el gel antibacterial y cubrebocas, son algunas de las nuevas herramientas que trabajadores de la construcción han tenido que añadir debido a que, pese a la pandemia de Covid-19, no han parado sus actividades para brindar mejores servicios a la ciudadanía.
Un ejemplo de ello son los obreros que trabajan en el tramo de la carretera La Pera-Cuautla, quienes desde junio pasado y hasta la fecha realizan labores para ampliar de dos a cuatro carriles en ambos sentidos, además de la renovación de la caseta Tepoztlán.
“Hasta el momento no tenemos registro o reporte de que alguno de los trabajadores se haya infectado de Covid-19, tenemos la ventaja de que estamos solos y trabajamos al aire libre, hemos implementado las instrucciones sanitarias que dio la Secretaría de Salud, todos tenemos cubrebocas, guardamos la sana distancia, tenemos gel antibacterial, tratamos de organizar las jornadas para que la gente no se junte, en lo que llevamos del año pasado y este no hemos tenido contagiados”, señaló el ingeniero Fernando Benítez, director de la obra.
EL UNIVERSAL realizó una visita en los tramos de la carretera antes mencionada que tuvo que parar de abril a mayo del año pasado, en lo que se establecían las medidas para poder retomar actividades; sin embargo, una vez que estas se determinaron, los más de 130 trabajadores que forman parte de la obra pudieron continuar con sus labores.
Entrega de obras
El ingeniero indicó que este proyecto se prevé que esté terminado para 2022, de acuerdo con los calendarios estipulados entre la empresa que ganó la licitación y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), por lo que se han tenido que implementar algunos turnos dobles.
El primer bloque abarca de las 7 de la mañana a las 6 de tarde, y el segundo turno de 7 de la noche a 6 de la mañana.
“Con la implementación de los turnos dobles lo que se busca es que se avance lo más pronto posible para entregar en tiempo y forma para 2022. Tenemos planeado que para esa fecha se van a generar cerca de 4 mil 390 empleos directos, lo cual nos hace muy felices por los tiempos tan difíciles que estamos pasando”, celebró Benítez.
De acuerdo con información de la SCT, el proyecto consiste en modernizar 34.2 kilómetros (km) para una sección de 21 metros, mediante la ampliación de dos a cuatro carriles en 27.2 km y la construcción de calles laterales en 7 km, incluyendo cuatro entronques a desnivel y cuatro casetas de peaje, con un costo de 4 mil 395.5 millones de pesos.
Condiciones laborales
Todas las plazas de trabajo, de acuerdo con Fernando Benítez, tienen las prestaciones que marca la ley; sin embargo, las percepciones salariales dependen del cargo que se tenga. Los salarios son acordados entre las empresas que ganan las licitaciones.
“[Los salarios y prestaciones] son los que marca la ley, los trabajadores están asegurados con el seguro social, aguinaldo, todo y se paga de acuerdo a la categoría, desde el ingeniero hasta el que les ayuda a cuidar”, precisó.
Beneficiarios
Para este tramo, que beneficiará de manera directa a más de 940 mil habitantes de Cuernavaca, Tlayacapan, Cuautla, Oaxtepec, Tepoztlán, Yautepec, Atlatlahucan y Yecapixtla, entre otros.
El director de obra añadió que los únicos problemas que han presentado para avanzar con su trabajo son por los ordenamientos ambientales y el cumplimiento de los requerimientos de reforestación que son marcados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales; sin embargo, este trabajo es supervisado directamente por la SCT.
“Se hace un estudio que se ingresa a Semarnat, ellos nos dan las condicionantes, en ocasiones nos dicen: ‘si tiras un árbol tienes que plantar cinco o 10’, y nos dicen los lugares en donde debemos reponerlos, la Profepa en este son quienes nos mandan inspectores para vigilar que en realidad se cumpla con este requerimiento, de no ser así, nos sancionan y nos pueden hasta clausurar la obra”, finalizó.