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El consejero nacional de Morena, Alejandro Rojas Díaz Durán, solicitó que el procedimiento oficioso que le abrió la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido sea público y se lleve a cabo con total transparencia.
Por medio de una carta, Rojas Díaz Durán solicitó a esa comisión “que mi juicio sea público. El no hacerlo sería desastroso para la transparencia y para la democracia interna y, además, convertiría a los miembros de la comisión en los nuevos Torquemadas de una Inquisición partidaria”.
El también coordinador de asesores de Morena en el Senado aseguró que más que juzgarlo se debería alentar el debate democrático, impulsar la tolerancia, respetar la pluralidad de opiniones divergentes y garantizar el derecho a la libertad de expresión.
Ello, por las críticas que Rojas Díaz Durán ha hecho en contra la presidenta nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, en torno a la designación de candidatos.
“Antes de llevarme al cadalso de su oráculo censor, ustedes deberían reflexionar que no tienen el derecho de prohibir y sofocar de manera represiva y autoritaria la crítica interna, como si la dirigente nacional fuese intocable o estuviese blindada por una aura divina. No. Eso no es aceptable en ningún sentido”, afirmó.
Criticó que en Morena quieren proteger a Polevnsky Gurwitz de quienes no coinciden con la “muy particular visión ideológica de la realidad, que está llevando a Morena a una colusión con las bases y con los liderazgos que no son tomados en cuenta”, señaló.
“No digamos para merecidas candidaturas en las que han sido excluidos con artilugios y chicanadas, o por encuestas a modo, sino lo más grave es que tampoco han sido incorporados a las tareas de Morena en la promoción y en impulsar la Cuarta Transformación en sus municipios, distritos o estados con los múltiples sectores sociales, culturales, económicos y políticos”, expuso.
Rojas Díaz Durán subrayó que la libertad fundamental que existe en Morena para criticar constructivamente a sus adversarios políticos es bien vista y hasta aplaudida por la mayoría de los mexicanos.
Por ello, criticó que en Morena se haya abrogado el “derecho cuasi monopólico de criticar y denostar de todo y sin medida a nuestros adversarios, sin que ninguno de nosotros haya sido sancionado por ninguna autoridad u órgano partidista que yo recuerde”.
Ello luego de que han criticado hasta el exceso y el cansancio, fundada o infundadamente, a algunos mexicanos que no coinciden con el proyecto político.
Cuestionó si esos mismos derechos que ejercen con libertad hacia los demás, “¿también deberían reinar en el interior de Morena? Yo creo que sí. Entonces: ¿por qué ese doble rasero?”, sentenció.
