Julio Frenk Mora , rector de la Universidad de Miami y exsecretario de Salud con Vicente Fox , señaló que México necesita cinco reformas de nueva generación en el sector salud: legal, financiera, gerencial, del modelo de atención y participativa, encaminadas a lograr la universalidad en el sistema de salud.

Frenk Mora también hizo un llamado a que el Congreso de la Unión establezca una comisión independiente y apartidista para rediseñar el sector salud integralmente.

“Que se instaure una comisión especial para la reforma del sistema de salud, esto debería hacerlo el Congreso, que es el órgano con un poco más de pluralismo que tenemos, una comisión totalmente independiente y apartidista, que se aboque al rediseño integral del sistema de salud. Esto ya no va a ocurrir en los dos años y pico que le quedan a la administración actual, pero sí es algo que debe empezarse a trabajar ya”, comentó durante su participación en el Foro “Covid. Impacto, lecciones y desafíos”,

Detalló que una reforma financiera tendría que plantear alcanzar por lo menos el nivel promedio de gasto en salud de los países latinoamericanos, alrededor del 7% del PIB; legislar una contribución social generalizada; integrar un fondo único de aseguramiento; y diseñar un paquete común de beneficios al que toda persona tendría derecho, es decir, un seguro universal.

En el mismo sentido, una reforma gerencial debería buscar consolidar la separación de las funciones de financiamiento y prestaciones de servicio en todas las instituciones de salud; fortalecer las capacidades administrativas en todas los niveles del sistema; crear una tarjeta universal de salud que garantizara la portabilidad de beneficio entre instituciones; y un tabulador unificado de intervenciones que permita la utilización y facturación cruzadas de servicios entre proveedores, comentó.

El rector de la Universidad de Miami afirmó que con el modelo actual en el sector salud, México ha tenido una regresión al modelo corporativista segmentado y se han reducido los beneficios con los que ya contaba la población no asalariada hasta 2018, cuando se contaba con tres seguros públicos.

Detalló que en 2015 había en el país 102 millones de personas con seguro y acceso a la atención médica, y sólo 17 millones de mexicanos (14%) no tenían protección social, por lo que las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, en abril de 2019, casi al inicio de su mandato, sobre conformar un modelo de atención médica similar a los países nórdicos, era alcanzable.

No obstante, consideró que con la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) se centralizó la atención a la salud de la población no asalariada, se debilitó la capacidad rectora de la Secretaría de Salud federal, se dio la compra fallida de medicamentos, hubo un recorte presupuestal y reducción a la protección social.

El exsecretario de Salud de México refirió que estos factores agudizaron los efectos negativos de la pandemia por Covid-19 en México y derivó en un exceso de mortalidad de 54%, y que 20% de los fallecimientos fueran de trabajadores de la salud; y la primera reducción generalizada de la esperanza de vida en un siglo, que calificó como una retroceso de 30 años, ya que la esperanza de vida se redujo a la que tenía México en 1992.

ed

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