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La quinta mesa de negociación entre los representantes de la Rectoría General de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y el Sindicato Independiente de Trabajadores de la UAM terminó sin acuerdos, luego de que ninguna de las partes cambió su postura.
La discusión se reanudará el próximo jueves.
Por un lado, los representantes de la Rectoría General insistieron en que no hay condiciones para ofrecer un mayor incremento al salario de los trabajadores y, por el otro, los representantes sindicales reclamaron que si se reducen las compensaciones y estímulos a mil 200 trabajadores de confianza se puede mejorar la oferta.
Hasta el momento, la institución ha ofrecido un incremento de 3.35% directo al salario y de 3% de ajuste al tabulador del personal administrativo de base y académico de medio tiempo y tiempo parcial. El sindicato exige un incremento de 20% al salario, pero, dice, está abierto a una negociación.
“La respuesta que se nos pide es si podemos o no aumentar lo que hemos propuesto. La respuesta es no. Básicamente, depende de un equilibrio presupuestal cuyo contexto hemos mencionado anteriormente”, dijo el secretario general de la institución, José Antonio de los Reyes Heredia.
“No está en las posibilidades de la UAM dar un incremento al salario. Lo que se ha presentado es un esfuerzo institucional. Lo que ganan los funcionarios de la universidad está transparentado”, agregó el abogado general de la institución, Rodrigo Serrano Vázquez.
La propuesta del sindicato es que se realice una redistribución del presupuesto de la universidad de manera que, sin afectar las funciones sustantivas de la misma, se pueda mejorar el salario de los trabajadores al eliminar estímulos y compensaciones de los funcionarios de confianza de primer nivel, y que se ordene la contratación de trabajadores de confianza.
“Del presupuesto se pueden hacer ajustes. Ya les dijimos cuánto se asigna a estímulos y compensaciones. Ahí está el dinero. Se puede”, señaló Antonio Venadero, secretario General del SITUAM.
“Es perfectamente posible que el rector general y los rectores de unidad acepten hacer las transferencias”, aseveró.
Los trabajadores argumentaron que, por ejemplo, el rector general Eduardo Peñalosa, percibe un ingreso superior a los 221 mil pesos mensuales si se consideran las becas, bonos, compensaciones y estímulos adicionales a su sueldo base de 27 mil pesos al mes.
Señalaron que los mil 200 trabajadores de confianza de la institución tienen una serie de compensaciones y estímulos adicionales al salario que, de recortarse a la mitad, podría permitir ofrecer un incremento de 10% al sueldo de los trabajadores sobre lo ya ofrecido.
Sobre el análisis que presentó el sindicato, el secretario general consideró en entrevista que, “no es completo en términos de la integralidad para hacer una transferencia de esa naturaleza” y que la institución tiene otras necesidades en cuestión de seguridad de sus instalaciones, reforzamiento del edificio “S” en la unidad Iztapalapa que resultó dañado en el sismo y las investigaciones que están paradas a raíz de ello.
Adelantó que habrá un reajuste de los salarios del rector general, rectores de unidad y funcionarios de primer nivel para que se ajuste al salario del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“No es suficiente para alcanzar un incremento salarial o un ajuste al tabulador porque hay partidas que están etiquetadas por la Secretaría de Hacienda. Ahí tenemos diferencias”, señaló.