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Cuando Genaro García Luna estuvo al frente de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), el número de quejas por presuntas violaciones a derechos humanos fue más del doble que las registradas en el sexenio anterior.
Los informes anuales de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) revelan que entre 2007 y 2012 la SSP fue acusada de cometer 6 mil 296 vulneraciones, mientras que en el sexenio de Vicente Fox fueron 2 mil 586.
La Policía Federal (PF) y el Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social (OADPRS) —en años anteriores tuvo otros nombres— fueron las dos instituciones dependientes de la SSP con más quejas.
García Luna, detenido en Estados Unidos por presuntos nexos con el Cártel de Sinaloa, fue hombre clave en el gobierno de Felipe Calderón porque encabezó la llamada guerra contra el narcotráfico.
Las cifras de la CNDH detallan que mientras en 2007 la SSP fue señalada por cometer 416 presuntas violaciones a derechos humanos, en 2012 ya había mil 736 casos.
El organismo no detalló en sus informes a qué se debía cada expediente de queja contra la SSP, pero sí explica que algunas situaciones estuvieron vinculadas con detenciones arbitrarias, tortura y retenciones ilegales, entre otros.
Para expertos en temas de seguridad, el incremento de las quejas ante la CNDH pudo deberse a factores como el aumento de policías federales en el periodo de García Luna, la ampliación de su despliegue territorial y la lucha contra bandas delictivas.
“La estrategia que se escogió desde finales de 2006, y que hoy en día no ha cambiado, ha llevado al país a una vorágine de violencia, impunidad y una serie de violaciones sistemáticas de derechos humanos”, señaló Juan Francisco Torres Landa, secretario del consejo de México Unido Contra la Delincuencia (MUCD).
Para revertir esta situación, dijo, es necesario una mayor coordinación institucional, capacitar e instruir en derechos humanos a los policías, así como garantizarles condiciones de trabajo dignas.
“Si no logramos que nuestros policías sean respetados y que sientan dignidad por el ejercicio de su mandato, nunca vamos a superarlo [las violaciones a derechos humanos]”, mencionó.
Por su parte, Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano, opinó que García Luna logró fortalecer la PF para, desde una visión civil, enfrentar el problema de la delincuencia; sin embargo, lamentó que existieron casos como el de Florence Cassez.
“Es lamentable algunos casos en los que se fabricaron prueba y se violó el debido proceso. Eso nos enseña que nuestras autoridades todavía deben aprender mucho de lo que significa hacer una institución civil de seguridad”, aseveró.
Hizo un llamado a las autoridades para seguir fortaleciendo las instituciones policiacas: “No hay pactos con la delincuencia que se sostengan y funcionen (...) Esto siempre termina mal, la única vía es crear instituciones sólidas de seguridad y aplicar la ley”.
Según las cifras de la CNDH, el periodo de García Luna en la SSP representó un punto de inflexión para la PF y el OADPRS, pues a partir de ese momento siguió en incremento el número de quejas.
Ejemplo de esto es que en el sexenio de Enrique Peña Nieto la PF acumuló 3 mil 423 quejas, mientras que el OADPRS tuvo 5 mil 773. Las dos instituciones pasaron a formar parte de Gobernación, tras la desaparición de la SSP.