Más Información
Familias de desaparecidos en Mazatlán irrumpen en evento de Sheinbaum; mandataria promete atender peticiones
Sheinbaum responde a Trump sobre declarar a cárteles como organizaciones terroristas; rechaza injerencia extranjera
Trump declarará a cárteles como organizaciones terroristas; "fui muy duro con México, hablé con la nueva presidenta"
Dictan 600 años de prisión a "El Negro" Radilla y "El Cone"; responsables de secuestrar al hijo de Javier Sicilia
Videojuegos, el nuevo gancho del crimen para captar menores; los atraen con promesas de dinero y poder
A un año del inicio de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha registrado la muerte de 13 periodistas, cifra que alcanza a la de 2016, año en que más periodistas fueron asesinados.
El miércoles pasado, la recién designada presidenta de la CNDH, Rosario Piedra Ibarra, respondió al cuestionamiento de los medios de comunicación sobre los índices de ataques a reporteros con otra pregunta: “¿Han asesinado a periodistas?”
De acuerdo con cifras de la CNDH, con corte al 31 de octubre, en México suman 153 periodistas asesinados en 19 años, han desaparecido otros 21, y la administración con más casos fue la de Enrique Peña Nieto, con 59 comunicadores muertos.
El último caso del que dio cuenta la comisión tuvo lugar el 24 de agosto, cuando fue encontrado el cuerpo de Nevith Condés Jaramillo afuera de su domicilio, en Tejupilco, Estado de México.
La comisión toma en cuenta cuatro homicidios ocurridos en el año 2000, durante el sexenio de Ernesto Zedillo. Luego, en las administraciones panistas de Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa, se asesinaron a 81 comunicadores, 25 y 52, respectivamente. En la administración de Calderón, en 2009, se dio la primera cifra más alta de violencia: 12 periodistas muertos al año.
Luego vino el alcance de esa cifra, con 12 casos en 2015, ya en el gobierno priista de Enrique Peña Nieto; y el rebase de la misma, en 2016, cuando los asesinatos de periodistas rebasaron hasta 13 en ese año.
Te puede interesar: "¿Han asesinado periodistas?", se pregunta Rosario Piedra
Al año siguiente, 2017, mataron a 10 periodistas más, entre ellos, Miroslava Breach, corresponsal de los diarios La Jornada y El Norte, mientras esperaba a su hijo para llevarlo a la escuela, el 23 de marzo.
Durante el sexenio de Vicente Fox, la CNDH recibió 182 quejas por agravios, ataques y amenazas hacia periodistas; en la administración de Felipe Calderón se recibieron 522 quejas, y con Enrique Peña, 520.
El mismo miércoles, cuando Rosario Piedra Ibarra tomó protesta, la organización Periodistas Desplazados México presentó una queja ante la comisión contra la recién nombrada presidenta.
El grupo consideró como “lamentable” la declaración que hizo Piedra Ibarra sobre los asesinatos de periodistas en México que, de acuerdo con el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), es el país con mayor número de casos en 2019.
Según publicó EL UNIVERSAL, el pasado 30 de octubre, el Índice Global de la Impunidad del CPJ, nombró de nuevo a México como uno de los peores países para ejercer el periodismo, pues los niveles de impunidad en cada caso de amenaza y asesinato empeoraron desde 2008.
Sólo de 2007 a 2008, la cifra de asesinatos aumentó de cuatro a 10, respectivamente, y disminuyó a siete sólo hasta 2012. En el gobierno de Vicente Fox la cifra más alta fue de nueve periodistas muertos por el ejercicio de su labor, en 2006.
El sexenio con mayor número de periodistas desaparecidos fue el de Felipe Calderón, cuando se desconoció el paradero de al menos 15 profesionales de la comunicación. En el sexenio de Vicente Fox y de Enrique Peña sólo hubo tres en cada administración, y no se ha registrado ningún periodista desaparecido en el año de gobierno de López Obrador.
El pasado 31 de octubre, en la conferencia matutina, el presidente López Obrador usó la frase de Gustavo Madero: “Le muerden la mano a quien les quitó el bozal”, para criticar a algunos medios de comunicación por la cobertura del fallido operativo de Culiacán en el que se capturó y luego se dejó en libertad a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán.
El 6 de noviembre, una comisión de periodistas de 17 organizaciones internacionales preguntaron al Mandatario federal si podía comprometerse a usar un lenguaje que no estigmatice a los periodistas, pero se negó bajo el argumento de que él “actúa con respeto”.