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Mientras la Cámara de Diputados discutía y votaba la prohibición de vapeadores, en el centro de la Ciudad de México jóvenes y adultos buscaban los últimos entre los pocos locales que se resisten a la reforma impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Del mismo modo, los locatarios metieron velocidad a la venta, con mucha cautela y vigilancia, dos establecimientos en la calle José Maria Izazaga ofertan, por mayoreo, cientos de marcas, sabores y tamaños.
De precios también hay de todo, pues van desde los 25 pesos por pieza hasta los 400 pesos, aunque hay uno que otro “ilimitado” o “especial”. En uno de los locales, un vendedor resguarda la entrada y verifica si entra o no cada consumidor: “solo entra uno por familia”, dice al dar una canasta para facilitar la compra de varias cajas.
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También, está al pendiente de la cortina, para bajarla rápido si es necesario. Dentro del local, hay tres vendedores en sillas vigilando que no entren autoridades o que los jóvenes se roben producto. En la caja hay otras dos personas cobrando, desde sus posiciones están callados, observando como halcones que todo esté en orden, que no haya nadie que los delate.
Los consumidores no están nerviosos ni en alerta, más bien, murmuran entre ellos y colocan en sus canastas cajas de vapeadores. Parecen desesperados por llenar la adicción que les genera la nicotina y demás químicos, pero siempre con sabores dulces como fresa-mango, kiwi, arándano, melón, naranja o coco.
Los vendedores, todos con gorras y actitud misteriosa, revisan sus celulares constantemente y no contestan preguntas ni hacen “labor de venta”, nadie sonríe ni platica. “¿A partir de cuánto es el mayoreo?”, se le pregunta: “de 10”, dice sin inmutarse.
La cajera tampoco tiene ganas de ser amable: “Amiga, ¿tendrás solo de sabor fresa?, es que todos están combinados”, sin mirar al cliente si quiera y de un evidente mal humor, contesta: “No sé, tenemos muchos, búscalo”. Afuera del local, se encuentran dos letreros luminosos que solicitan personal y buenos vendedores.
En las repisas se contabilizan más de 100 marcas, en montones de 20, las más solicitadas son: Lost Mary, Teddy vape, Lume, Relx, Max air, Elf bar, Fume, Lomo, Solaris, Juicy y Niro, ya sea por el bajo costo o la popularidad que en los últimos años creció hasta las nubes.
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mahc/bmc