El señor León Martínez sacó su sombrero de pachuco, alhajas, anillos grandes y una cruz de plata que pendía de su cuello. No puede estar todo el tiempo vestido de pachuco, su trabajo como mecánico se lo impide. Cada que va a bailar, sabe que es el momento justo para llevar su conjunto bombacho.

“¿Que cómo me siento? Me siento contento”, afirma con una sonrisa. Un arete se fija bien a su lóbulo izquierdo que termina por darle un aire de los años 40, cuando reinaba la noche de danzón en la capital del país.

No podía ser más especial este encuentro, en la historia han sido pocas las veces que el Salón Los Ángeles cierra sus puertas, la última durante la pandemia por coronavirus. Esta ocasión su orquesta salió a celebrar a los adultos mayores, y claro, congregó a cientos de parejas.

Para León Martínez, bailar danzón es rememorar aquella época y ver cómo la misma gente apasionada a este baile sigue manteniéndola viva.

Bailar danzón lo remonta a sus 12 años y al Club Majestic. Las meseras y sus hijas fueron con las que “aprendí a dar mis primeros pasos”. Él conoció todos los salones de la época en la Ciudad de México en donde se acostumbraba a baile danzón: el Salón México, el Salón Los Ángeles, San Luis, entre otros.

León toma de la mano a su pareja Cecilia Gutiérrez, le dice algunas cosas al oído que logran dibujarle una sonrisa. Bailan lento, al ritmo orquestado por los músicos del Salón Los Ángeles.

Al festejo por el día del Adulto Mayor se dieron cita las parejas; se les pudo ver con sombres de ala ancha, puntiagudos, pachucos, con trajes llamativos y zapatos de charol.

Podían sentirse aquellos años en los que todos los lunes, jueves, sábados y domingos las pistas del Salón México se abrían para dar paso a los mejores pasos y, sobre todo, al mejor pachuco.

Cada una de las parejas de adultos mayores bailaba lento, acompasados, presentaban de frente viendo a la orquesta, luego el hombre rozaba la palma de la mano de su acompañante para llevarla consigo. Llamaron a los jóvenes a sumarse a practicar el danzón y vestir de pachucos, como en alguna ocasión se vivió en la Ciudad de México.

Según el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia, las personas con más de 70 años son quienes más ayuda requieren, sobre todo las mujeres. En su informe La Época de Oro, el apoyo por fraude y extorsión, orientación para trámites y servicios y contención emocional son los servicios que en mayor medida requiere este grupo poblacional.

Al festejo en el Monumento a la Revolución acudieron alrededor de 5 mil personas.

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