Tres días después de la tragedia por la muerte de 14 pacientes a raíz de la inundación provocada por el desbordamiento del Río Tula, elementos del Ejército mexicano comenzaron el retiro del lodo acumulado en el Hospital General de Zona número 5 del Instituto Mexicano del Seguro Social .
A la “zona cero” llegaron desde temprana hora maquinaria pesada, trailers y camiones de volteo para levantar esos residuos, junto con la basura y el mobiliario que quedó inservible tanto en el centro hospitalario como en comercios y viviendas.
Una vez que la inundación cedió y se pudo transitar por las calles aledañas entre toneladas de lodo espeso, personal del IMSS acudió a verificar las condiciones en las que quedó el hospital y levantar el inventario del material, equipos, vehículos y mobiliario afectados.
Entre las primeras tareas que se llevaron a cabo fue la notificación a las aseguradoras sobre los vehículos siniestrados dentro del estacionamiento del hospital y que la madrugada del fatídico 7 de septiembre quedaron bajo el agua, entre ellos una ambulancia de modelo reciente.
Empleados del Hospital General de Zona número 5 han tenido acceso al segundo piso, que no resultó dañado, en virtud de que sólo la planta baja resultó dañada.
Las labores de limpieza también se realizan en el mercado municipal y en los alrededores de la Catedral de Tula, que resultó una de las zonas más inundadas por el desbordamiento del río.
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