Con la desaparición oficial de la Iniciativa Mérida, los gobiernos de México y Estados Unidos se comprometieron a combatir la inseguridad en las dos naciones a partir de atender la salud pública, prevenir la delincuencia transfronteriza y desmantelar redes criminales.

Ya no se trata sólo de capturar capos, subrayó el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, como lo fue la Iniciativa Mérida, sino cuidar —entre otros— la no proliferación de consumo de drogas.

Al suscribirse una declaración conjunta para el Diálogo de Alto Nivel de Seguridad, se estableció que se mantendrá una visión holística sobre la seguridad y apoyo en nuevos métodos y herramientas para abordar el desafío.

Quedó concretado el Entendimiento Bicentenario sobre Seguridad, Salud Pública y Comunidades Seguras entre México y Estados Unidos, que se basa en tres componentes: protección de la gente, prevención de delincuencia transfronteriza y desmantelamiento de redes criminales.

“El éxito de esto no se va a medir porque se capture a un capo (...) se va a medir porque haya menos homicidios en México y menos consumo de droga, esa es la diferencia [con la Iniciativa Mérida]”, expresó Ebrard Casaubon.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, mencionó que, después de 13 años de la Iniciativa Mérida, es hora de un nuevo enfoque integral en la cooperación para la seguridad: “Uno que nos vea como socios iguales en la definición de nuestras prioridades compartidas, abordar las causas fundamentales de estos desafíos, como la inequidad, la corrupción, y centrarse no sólo en el fortalecimiento de la aplicación de la ley, también en la salud pública”.

Ayer se reunieron las delegaciones de México y Estados Unidos, en el marco del Diálogo de Alto Nivel sobre Seguridad. Primero, en Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a fortalecer la relación de cooperación y amistad entre naciones, con respeto a la soberanía, pues manifestó que “sería inconcebible y muy lamentable que no nos entendiéramos”. Recuperó, con un nuevo sentido, la frase histórica: “Bendito México, tan cerca de Dios y no tan lejos de Estados Unidos”.

Al ofrecer un desayuno en el Salón Leona Vicario , en Palacio Nacional, a la delegación de Estados Unidos —encabezada por el secretario de Estado, Antony Blinken— el Ejecutivo federal aseguró que “hay condiciones inmejorables para inaugurar una etapa nueva en la relación bilateral.

“Nosotros estamos en esa disposición de que haya cooperación para el desarrollo, de que trabajemos juntos y que seamos respetuosos de nuestras soberanías. De modo que yo considero que vamos a poder, juntos, inaugurar una etapa en nuestras relaciones”, dijo.

Tras el encuentro en Palacio Nacional con el presidente Andrés Manuel López Obrador, los funcionarios de ambos países se trasladaron a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), para tener una reunión a puerta cerrada.

En conferencia al concluir la junta, el canciller Marcelo Ebrard destacó que el nuevo entendimiento se da en donde las prioridades de los dos países tienen el mismo nivel.

El 1 de diciembre próximo, agregó, se presentará el plan anual de lo que se logrará hasta el 1 de diciembre de 2022.

Por su parte, el estadounidense Antony Blinken mencionó que existe un espíritu de colaboración y de trabajo en equipo. Destacó que hoy hay una relación de confianza que se ha desarrollado durante los últimos 10 meses.

Dentro del nuevo entendimiento, se plantea la creación y firma de nuevos mecanismos; por ejemplo, el memorándum de entendimiento para reducir la adicción a las drogas y los daños asociados; una red para la prevención de homicidios, memorándum de entendimiento para lanzar el programa de control de contenedores portuarios de la UNODC, así como la i   ntegración de un grupo binacional de trabajo sobre regulación de precursores químicos, y el incremento en esfuerzos de cooperación forense para ayudar a resolver casos de desaparición de personas.

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