Integrantes del colectivo de feministas y víctimas de violaciones a derechos humanos que mantienen ocupada la sede de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en el Centro Histórico temen que policías capitalinos intenten desalojarlas durante la noche.
Luego de que este domingo las mujeres salieron a marchar a favor del aborto y terminaron enfrentándose con policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina, permanecen en alerta dentro del edificio de CNDH.
El grupo, conformado de unas 40 mujeres, alcanzó a avanzar dos cuadras desde República de Cuba 60 al Eje Central y a su paso algunas mujeres encapuchadas realizaron pintas en las calles del Centro Histórico.
La SSPC desplegó a 620 policías para “acompañar y resguardar” la marcha, sin embargo, los elementos policiales ya no les permitieron el paso y las manifestantes comenzaron a agredir a las policías.
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De acuerdo con el gobierno de la Ciudad de México, el enfrentamiento tuvo como saldo 11 policías lesionadas , ocho de ellas fueron trasladadas al hospital por lesiones como contusión en la rótula: contusión en la mano izquierda y lesión ósea; herida en brazos y ligamentos; así como quemaduras de primer grado.
“El Gobierno de la Ciudad de México tiene identificadas a las personas que agredieron y vandalizaron las calles del Centro Histórico con intervenciones gráficas y quemas, por lo que actuará conforme a la ley”, indicó mediante un comunicado.
“Durante la marcha se registraron múltiples actos de violencia que pusieron en peligro la integridad física de los manifestantes, medios de comunicación y ciudadanos, ya que los agresores llevaban bombas molotov, que lanzaron en repetidas ocasiones contra el personal de la SSC; aparatos de descarga eléctrica prohibidos en el país, y martillos con los que destrozaron el empedrado de las calles de Donceles y Allende, así como lesionaron a policías“, relató la administración de Claudia Sheinbaum.
De acuerdo con Erika Martínez, madre de una menor víctima de abuso, la quema de los sillones afuera de CNDH tuvo como objeto proteger el edificio debido a que en su interior permanecían mujeres con sus hijos menores de edad, víctimas de violencia.
“Más que nada fue para proteger el edificio y a nuestros niños, yo estaba con las compañeras pero estaba súper preocupada porque aquí tengo a mi hija y sé que este lugar es un lugar para darle una seguridad a ella y aún así no podemos estar seguras por culpa de la propia institución”, contó Erika entre lágrimas, “no nada más está mi hija, hay siete niños, el más chico tiene ocho meses y la más grande tiene 12”.
Al cabo de cuatro horas de permanecer encapsuladas, las manifestantes regresaron al edificio de CNDH.
Durante un recorrido realizado por EL UNIVERSAL se constató que las calles aledañas al edificio de la CNDH permanecen bloqueadas, automóviles particulares y patrullas entran constantemente a la calle de República de Cuba y dan la vuelta, lo que las ocupantes de la sede del organismo han considerado como actos de amenaza.
Además afirmaron que temen que por la noche los elementos de la policía capitalina intenten desalojarlas.
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