José Alonso Novelo, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), aseguró que todos los países corren el riesgo de recibir productos en malas condiciones, pero el decreto recién publicado en el Diario Oficial de la Federación dicta que los fármacos que ingresen al país, sin excepción, deberán pasar por un proceso analítico antes de ser liberados para su uso.

Cuestionado por los posibles riesgos de importar medicinas que no tengan el aval de la Cofepris, el funcionario enfatizó que se verificará su calidad, aunque no precisó qué ocurrirá si ésta es deficiente.

“Cualquier país del mundo está en riesgo de que sea abastecido, en un contrato, con malos productos, por eso tenemos la obligación de que todo el medicamento que llegue pase por el proceso analítico de nuestro laboratorio”, aseguró.

Puntualizó que una vez que ingresen fármacos a México se tendrán cinco días para que se inicie el proceso de registro sanitario.

“Cualquier medicamento pasará por el laboratorio analítico para que estemos seguros de su eficacia, seguridad, calidad y esterilidad. Son, en promedio, 21 días para que el análisis esté listo. El medicamento no se liberará [en cuanto] llegue, sino cuando se demuestre que es eficaz, seguro y de calidad”.

Asimismo, agregó que en el país no está garantizada la producción de medicamentos de calidad, seguridad y eficacia necesarios, y afirmó que antes no había piso parejo, sino monopolios que controlaban la venta y distribución.

A su vez, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que en el extranjero sólo se podrán comprar medicamentos que tengan registro de una institución u organización internacional de salud que garantice su calidad.

Durante su conferencia de prensa matutina, explicó que incluso tratándose de medicamentos autorizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), no podían entrar, porque se protegía a empresas que se encargaban de abastecer exclusivamente medicamentos al gobierno federal.

Empresas privilegiadas

Sobre el acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación el pasado 28 de enero, por el cual se permite la importación de medicinas incluso si no cuentan con registro sanitario en el país, Novelo Baeza resaltó que se tuvo que tomar la decisión porque existía un privilegio hacia ciertas empresas y había muchos impedimentos para adquirir medicamentos de otras naciones.

“Este es un acuerdo muy bien pensado, porque el país no está produciendo los suficientes medicamentos de calidad, seguridad y eficacia que la nación necesita; habían muchas trabas para poder comprarlos fuera de México; era como una intención de privilegiar a la industria farmacéutica nacional, aunque no a toda: ser nacional no quiere decir ser leal”, indicó.

Ante los reclamos de la industria farmacéutica, afirmó: “Piso parejo no había antes, nunca [lo hubo]; había monopolios bien identificados (...) realmente la palabra [sería] oligopolios, pequeños grupos privilegiados que atropellaban los derechos de otros. Ahora ponemos suelo parejo, y no hablo de nadie en particular, pero hay firmas que no saben competir así”.

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