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Frontera Comalapa, Chis.— Por segundo día, maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) retuvieron la camioneta del presidente Andrés Manuel López Obrador para exigir la reinstalación de la mesa de negociación con el gobierno, dar solución a sus demandas y rechazaron que sean parte de una “mafia de la derecha”.
Ayer por la tarde, en el trayecto rumbo a Motozintla, donde se supervisarán los avances de los programas sociales, maestros pararon la Suburban del Ejecutivo y manifestaron que no hay disposición de su gobierno para la reinstalación del diálogo.
Pese a que se le solicitó que se bajara para escuchar sus demandas, el Mandatario no lo hizo y permaneció dentro de su automóvil, y cuando se le pidió la reinstalación de la mesa, bajó la ventanilla para señalar: “Si no hay respeto, no”.
“La autoridad es la que no nos respeta”, le respondió un maestro, mientras el Ejecutivo federal volvió a subir la ventanilla.
“¿Es mucho pedir la apertura de la mesa nacional? No hay disposición, son nueve meses que no hay mesa, no hay respeto.
“Esta movilización es pacífica, no tenemos ninguna intención de agredir al Presidente ni físicamente, ni moralmente. Lo que estamos exigiendo es la apertura de la mesa nacional”.
Un maestro con megáfono le comentó a López Obrador que el gobierno dice una cosa “y el gobernador del estado dice otra. Como si el local estuviera sobre el federal”.
Afirmó que no están en contra de su proyecto de nación y aseguró que muchos de los integrantes de la CNTE hicieron trabajo para apoyar su campaña electoral a la Presidencia.
Tras manifestarse, los maestros dejaron pasar el vehículo rumbo a Motozintla, donde el Ejecutivo supervisó los avances de los programas sociales del gobierno federal.
Más tarde, en Twitter, el Ejecutivo federal reconoció que la CNTE lo había parado y también muchos simpatizantes de la Cuarta Transformación.
Después, en Motozintla, el presidente López Obrador aseguró que si no tuviera el respaldo del pueblo, no podría resistir los embates de conservadores en contra de su administración. “Ya nos hubiesen bocabajeado”, pero como lo tiene, “nos hacen lo que el viento a Juárez”.
“El conservadurismo desprecia al pueblo. Pueden ir a los templos, pueden ir a la iglesia los domingos, comulgar, confesar y salen y olvidan los mandamientos, olvidan la esencia de la doctrina cristiana, que es el amor al pueblo, el amor al prójimo.
“Si no existieran estos programas, no resistiríamos los embates del conservadurismo, ya nos hubiesen bocabajeado, nos tendrían aplastados, pero como tenemos el respaldo del pueblo, nos hacen lo que el viento a Juárez. No pueden, no van a poder derrotar al movimiento de la transformación en México, pero la clave está en el pueblo”, afirmó acompañado por el gobernador Rutilio Escandón.