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A una década del derrame de 40 mil metros cúbicos de solución de sulfato de cobre acidulado a la cuenca del río Sonora causado por una empresa minera, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), reabrió el expediente de ese caso y emitió una recomendación para resarcir los daños a las comunidades afectadas.
“El acceso al agua potable de las personas que habitan en la cuenca del río Sonora no es continuo, suficiente, ni de calidad, asimismo que favorece y privilegia la utilización del líquido en actividades industriales, además de que se descargan ahí aguas residuales crudas”, indicó.
El organismo que dirige Rosario Piedra Ibarra, explicó que la comisión acreditó la persistencia de violaciones a los derechos humanos a un medio ambiente sano, al acceso al agua potable y a la salud de las poblaciones aledañas a la cuenca del río Sonora.
Dijo que de acuerdo con la investigación, se determinó la responsabilidad de diversas autoridades, incluyendo la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la Comisión Nacional del Agua (Conagua), las Secretarías de Estado de Economía y Salud, así como el IMSS-Bienestar y el gobierno de Sonora.
Precisó que en 2017 se determinó el supuesto cumplimiento total y conclusión del Proceso Administrativo de remediación llevado a cabo por la empresa minera G.M. responsable en colaboración con las autoridades federales.
Las comunidades afectadas, en 2019, iniciaron un amparo con el que revocaron dicha conclusión a través de una sentencia emitida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
A su vez, solicitaron la reapertura del expediente de queja iniciado en 2016, de lo que derivó la investigación sobre la persistencia de impactos ambientales y a la salud de las y los habitantes de los Municipios de Cananea, Arizpe, Banámichi, Huépac, Aconchi, San Felipe, Baviácora y Ures en Sonora. La Semarnat, al respecto, emitió el dictamen diagnóstico ambiental río Sonora, en el cual se constató la persistencia contaminación en la cuenca del río Sonora.
La CNDH señaló que a través de entrevistas con los vecinos, se advirtieron padecimientos asociados al derrame, los cuales, en su oportunidad deberán ser atendidos por las autoridades de Salud en los tres órdenes de gobierno, con base en sus respectivas competencias.
En consecuencia, la CNDH dirigió recomendaciones a la Semarnat, Profepa, Conagua, las Secretarías de Economía y Salud; el IMSS-Bienestar y el gobierno del Estado de Sonora, que tienen como objetivo primordial garantizar la reparación integral y colectiva de los impactos ambientales; garantizar el acceso al agua potable, el derecho a la salud de la población y a un medio ambiente sano, así como la prevención de posibles violaciones a los derechos humanos.
Las recomendaciones incluyen acciones puntuales dirigidas a cada autoridad, considerando fundamentalmente la participación de la comunidad en el proceso de remediación y reparación.