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Durante el Encuentro Internacional de Mecanismos Nacionales y Locales de Prevención de la Tortura, el comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, aseguró que la práctica de la tortura se incrementó y es un flagelo, una preocupación en Latinoamérica, pero garantizar la seguridad con apego al respeto a los derechos humanos es un binomio posible.
En su mensaje de apertura González Pérez afirmó que “la implementación de herramientas de prevención en contra de la tortura y los malos tratos, desde las primeras horas de detención, representa una opción viable y accesible para evitar que tales prácticas se presenten, en esos momentos, que constituyen una de las principales ventanas de vulnerabilidad o riesgo al respecto”.
La CNDH convocó a representantes de Mecanismos Nacionales de Prevención de la tortura (MNP) de Bolivia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Paraguay, Brasil, Chile, Perú, Suiza, Argentina y Ecuador, donde el ómbudsman manifestó que las prácticas de tortura y tratos crueles e inhumanos y degradantes de las personas privadas de la libertad existen y se incrementaron en la región.
El evento contó con la presencia de la embajadora del Reino Unido, Corin Robertson; Barbara Bernath, secretaria general de la Asociación para la Prevención de la Tortura (APT), y Joel Hernández, relator sobre los Derechos de las Personas Privadas de la Libertad y para la Prevención y Combate contra la Tortura de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos.
Así como, de Ninfa Delia Domínguez, directora ejecutiva del Mecanismo en México; Consuelo Olvera, secretaria ejecutiva de la CNDH; Verónica Filipelli, responsable del Programa para las Américas de la Asociación para la Prevención de la Tortura; Sara Irene Herrerías, fiscal especializada en materia de Derechos Humanos de la Fiscalía General de la República (FGR), y la académica María Elena Medina Mora, entre otras personalidades.
El comisionado dijo que la tortura no puede seguirse utilizando como un método de investigación o un recurso, pues el Estado tiene la obligación de prevenirla.
Agregó que “desde luego que la tortura se incrementó, los malos tratos existen, es un flagelo que aquí muestra que es una preocupación en Latinoamérica, este problema está presente y por eso necesitamos esta construcción.
“Vean lo que hace la comisión, convocar a sus homólogos en mecanismos de prevención para tomar buenas prácticas y tenemos que exigir a los gobiernos que erradiquen la tortura”.
“El binomio seguridad y respeto a derechos es posible y se basa en que todos cumplamos la ley, que profesionalicemos y capacitemos a los operadores para que hagan investigaciones técnico-científicas, no riñe dar seguridad”, dijo.
