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Pese a dejar pendientes como la aprobación del uso lúdico de la marihuana, la prohibición del outsourcing y la Ley Monreal (Banxico), los diputados federales clausuraron el primer periodo ordinario del tercer año de la 64 Legislatura, instalaron la Comisión Permanente y se fueron de vacaciones 22 días.
Este periodo ordinario de sesiones inició el pasado 1 de septiembre, a pesar de estar en plena pandemia del Covid-19, y se habilitaron sesiones híbridas, es decir, presenciales y semipresenciales, para evitar contagios de Covid-19, aun así se contagiaron más de 90 diputados y uno de ellos, Miguel Acundo (PES), falleció.
En un mensaje de cierre, la presidenta Dulce María Sauri (PRI) agradeció el apoyo a todos los grupos parlamentarios para el desahogo de las sesiones ordinarias híbridas.
Antes de entonar el Himno Nacional para cerrar con los trabajos, Dulce María Sauri, afirmó que, ante el reto grave de la pandemia, la Cámara de Diputados asumió el reto de ejercer sus funciones constitucionales y, a la vez, proteger la salud de legisladores, funcionarios y trabajadores.
Informó que la Cámara Baja celebró un total de 39 sesiones, con un tiempo acumulado activo en el pleno de casi 288 horas, en el cual se aprobaron 128 proyectos de decreto, de los cuales seis se refieren a nuevas leyes, 10 a reformas constitucionales y 111 a reformas a diversos ordenamientos y decretos.
Enfatizó que, al reto grave pero coyuntural de la pandemia, se sumó la exigencia permanente que la sociedad mexicana sostiene sobre su Poder Legislativo: mantener su legitimidad como representación política, aumentar su credibilidad social, ser un contrapeso eficaz y democrático de la función gubernamental y, en suma, ser un factor fundamental para la estabilidad y progreso del Estado mexicano.