Un día después de que integrantes del Frente Nacional Anti-AMLO (Frenaaa) se instalaron en la plancha del Zócalo capitalino, nuevamente un grupo de simpatizantes del presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó arengas frente al plantón de opositores, por lo que fue necesaria la intervención de elementos de la policía capitalina para evitar enfrentamientos.

Al grito de: “¡Honesto, valiente así es el Presidente!” o “¡Es un honor estar con Obrador!”, el grupo de manifestantes pro-AMLO se ubicó enfrente de la Catedral Metropolitana para exigir que el plantón sea retirado de ese lugar.

Esta situación rompió la calma que había en el plantón de Frenaaa, en el cual se observaban pocas casas de campaña vacías, contrario a lo que ocurrió en días pasados en avenida Juárez, ahora despejada y en donde sólo en el cruce con Paseo de la Reforma había casas de campaña vacías.

Sin embargo, pocas fueron las personas que se engancharon con los simpatizantes del Presidente, algunos organizadores en el plantón pedían que les dieran la espalda y levantaran la mano izquierda como el símbolo de silencio que se uso en el temblor del 19 de septiembre del 2017, orden que nadie obedeció; contrario a eso las personas cantaban el Himno Nacional o bailan canciones tradicionales mexicanas, ignorando las ofensas del otro grupo.

Claudia, simpatizante de Frenaaa, quien ondeaba una bandera y bailaba al ritmo de una canción mexicana, mencionaba enfática: “Estamos felices de estar aquí, estamos felices de poder decirle sus cosas al Presidente, estamos felices porque la gente por fin abrirá los ojos”.

Durante la tarde, en el campamento siguieron llegando simpatizantes del movimiento de otros estados, como un grupo de al menos treinta personas del estado de Querétaro, quienes se negaron a dar alguna entrevista a los medios de comunicación, argumentando que les pidieron en la entrada que evitaran dar testimonios, ya que muchos medios estaban mintiendo.

En el plantón, también cuidaban algunos aspectos relacionados con la contingencia por Covid-19, pues el uso de gel y sanitización eran obligatorios.

Así, en la plancha del Zócalo, a seis días de que inició el movimiento, el plantón luce organizado, hay baños portátiles, carpas para acopio de víveres, alimentos, seguridad y hasta una casa para cargar la batería del celular. Las personas que están dentro del cerco del plantón agitan banderas, rezan, bailan y cantan. Están felices de haber tomado la mitad del Zócalo capitalino.

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