En medio de una guerra de lodo, insultos, descalificaciones y acusaciones de corrupción, el pleno del Senado aprobó modificaciones a un artículo quinto transitorio de la Constitución para que la presencia del Ejército y la Marina en labores de seguridad pública sea transexenal.
Luego de que hace dos semanas el bloque de contención había ganado el primer round, en el segundo y decisivo episodio Morena consiguió el aval a la reforma y —al mismo tiempo— dividió y debilitó al grupo opositor, al recibir el apoyo de la mayoría de las fracciones del PRI y del PRD.
Pero la bancada guinda no se fue intacta y en un acalorado debate fue zarandeada en su dignidad por la panista Lilly Téllez, quien en tribuna llamó “hienas y bola de corruptos” a los legisladores morenistas, entre otros calificativos.
“¡Son una bola de corruptos! Me acuerdo cómo juraron y perjuraron que la Guardia Nacional iba a ser de carácter civil”, recordó.
La legisladora fue particularmente agresiva con el senador Napoleón Gómez Urrutia cuando el líder minero pretendía hacerle una pregunta desde su escaño: “No le acepto nada al líder sindical, ¡siéntese y cállese! No le acepto nada, usted don Napoleón Gómez Urrutia, sentadito y calladito”.
Luego, Téllez volvió a enfocar sus baterías contra la fracción parlamentaria mayoritaria. “Ustedes de Morena no van a votar como perros por huesos y croquetas, ustedes de Morena van a votar como hienas a la espera de las sobras apestosas que les aviente el Presidente, que pudre todo lo que toca”.
La intervención enardeció a varios senadores de Morena. Margarita Valdez respondió: “No somos, ninguno de los senadores que estamos aquí ni de los de aquel lado, ni de este, ni perros ni hienas, no estamos coludidos con el crimen organizado como nos lo han dicho, y solicito que las personas que lo han dicho se retracten”.
La senadora duranguense acusó a Lilly Téllez de usar la tribuna para descargar fobias, traumas y amarguras.
“Exijo en nombre de toda la bancada de Morena que se saquen del orden del día esas palabras obscenas en la boca de una senadora (…) ¡Yo no soy hiena!, a mí nadie me puede venir a decir aquí que soy perra, de ninguna de las bancadas, absolutamente nadie tiene la calidad moral de decirme eso”.
Téllez continuó su participación desde tribuna y la senadora morenista Lucía Trasviña bajó desde su escaño para encararla, por lo que Citlalli Hernández tuvo que acercarse para retirar a su compañera.
La senadora Rocío Abreu, de Morena, rechazó los señalamientos “de una persona que tiene una doble moral y una cola que aquí viene a hablar de moralidad cuando todos sabemos que es una mujer de ligerezas. Cada quien tiene derecho de acostarse con quien quiera, yo no tengo la culpa, se ha acostado con medio Azteca”.
Otro frente de acusaciones lo abrió el coordinador de la bancada del PAN, Julen Rementería, quien acusó a Morena de compra de votos. El líder del guinda, Ricardo Monreal Ávila, subió a tribuna para rechazar “todo tipo de insinuaciones sobre presiones, amenazas, dinero, actos indebidos o ilegales”.
Germán Martínez, del grupo plural, alertó de la peligrosidad de los privilegios que se le han concedido al Ejército. “No quiero fueros militares ni empresariales ni eclesiásticos, ni contra los políticos. Quiero un México igual, y es de ahora, del Ejército de ahora, no del de Victoriano Huerta, borracho traidor, hijo de —diría Paco Ignacio Taibo— hijo de la chingada”.
Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, opciones para el fin de semana, Qatar 2022 y muchas opciones más.