Ninguno de los testigos protegidos o pruebas en el caso Ayotzinapa constata la participación de elementos del Ejército en la desaparición forzada de los estudiantes la noche del 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.
Lo anterior, de acuerdo con uno de los Anexos del Primer Reporte que el presidente Andrés Manuel López Obrador entregó a las madres y padres de los estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.
Según una relatoría elaborada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), con base en testimonios de testigos protegidos y las “escuchas de Chicago” hechas por la DEA en contra del grupo delictivo Guerreros Unidos, previo y después la noche de Iguala, de los miles de mensajes interceptados sólo hay unos cuantos que hacen referencias genéricas a militares como “verdes”, “guachos”, “olivos” y “El Teniente”.
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“En ninguno de ellos se refiere expresamente a una actividad de colaboración específica con el grupo criminal, ni con los acontecimientos del 26 y 27 de septiembre de 2014”.
Empero, el 25 de mayo de 2023, el Fiscal Especial para el caso Ayotzinapa Rosendo Gómez Piedra envió un oficio al presidente López Obrador donde le explica que hay prueba circunstancial de que militares del 27 y 41 Batallón de Infantería de Iguala colaboraban con Guerreros Unidos, y que la noche del 26 y 27 de septiembre de hace 10 años cuando policías municipales y Guerreros Unidos persiguieron y atacaron a balazos a los normalistas de Ayotzinapa, “sin que los militares actuaran para evitarlo, ello por ser del grupo delictivo”.
En ese oficio Gómez Piedra señala que se cuentan con pruebas suficientes para acreditar los delitos de delincuencia organizada y desaparición forzada de personas en contra de 16 militares; entre ellos el general Rafael Hernández Nieto, quien enfrenta su proceso en libertad.
En otro anexo se documenta un reporte “minuto a minuto” sobre las actividades de elementos del Ejército el día de los hechos, los reportes que llegaban al C4 de esa ciudad, las llamadas que se recibieron a la comandancia del 27 Batallón y la vigilancia a los normalistas de Ayotzinapa.
La Sedena señala en sus conclusiones: “A la fecha se ha podido establecer la hora, lugar y circunstancia, la que se encontraba el personal militar el día de los hechos, principalmente a la fuerza de reacción”.
