Los cárteles mexicanos de la droga han mostrado que tienen capacidad no sólo para superar prohibiciones sino también para innovar y para crear fórmulas nuevas en la elaboración de drogas sintéticas, lo que les genera jugosas ganancias, expuso Ricardo Márquez Blas, analista en seguridad.
En entrevista, Márquez Blas señaló que al ser en esencia sustancias químicas, hay una gran cantidad de posibilidades para variaciones y combinaciones que finalmente generan los mismos efectos, tanto en la etapa de precursores como en la de manufactura final.
“Otro tema igualmente relevante es el de las cadenas de suministro, elaboración, traslado y comercialización, las cuales parecen mucho más consolidadas que nunca”, indicó el especialista.
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Márquez Blas advirtió que el sistema de salud mexicano no está preparado para una epidemia de consumo de fentanilo, el cual, refirió a EL UNIVERSAL, está siguiendo la ruta de la cocaína.
“La cocaína primero estaba sólo de paso por el país [en tránsito hacia Estados Unidos], pero poco a poco se fue consumiendo cada vez más en el mercado nacional.
“Lo mismo está sucediendo con el fentanilo: progresivamente se irá consumiendo cada vez más en el país y se irán acumulando las muertes por sobredosis, pero México está particularmente mal preparado para la epidemia que se avecina”, insistió el analista en seguridad.
Entre otros factores, expuso Márquez Blas, el país carece de un sistema de identificación y registro de ese tipo de muertes y los servicios de emergencia y los sistemas de salud carecen de los recursos necesarios para hacer frente a una eventual epidemia por sobredosis de fentanilo entre la población adicta.
A la fecha, la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) tiene reportados 300 casos de personas en tratamiento por consumo de fentanilo, sobre un universo de 100 mil supuestos pacientes que existen en México por consumo de drogas.
Con respecto a las muertes en el país por sobredosis en el consumo de estupefacientes, se estiman entre mil y mil 200 al año.