Los cárteles del narcotráfico concentran sus operaciones de trasiego de droga en seis puertos del país, cinco del Pacífico y uno del golfo de México, a donde llegan embarcaciones procedentes de Centro y Sudamérica , con carga oculta de diferentes formas.
Manzanillo, Colima; Lázaro Cárdenas, Michoacán; Mazatlán, Sinaloa; Ensenada, Baja California; La Paz, Baja California Sur, y Ciudad del Carmen, Campeche, registran la mayor presencia de grupos de la delincuencia organizada, principalmente de los cárteles Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa, según un reporte de inteligencia naval.
De acuerdo con el documento, al que tuvo acceso EL UNIVERSAL, a los mencionados puertos arriban embarcaciones provenientes de Colombia, Perú, Ecuador y Panamá con banderas de otras naciones, las cuales transportan drogas ocultas a través de diferentes métodos desarrollados por los criminales.
Ocultan la droga atando sumergibles pequeños a modo de torpedos cargados o incluso llegan a pegar al casco de las embarcaciones contenedores para transportar la mercancía ilícita.
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En los primeros 15 meses de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, la Secretaría de Marina, en coordinación con otras autoridades, decomisó 144 toneladas de drogas diversas en 22 de los 102 puertos de ambos litorales del país. Alrededor de 80% del total del aseguramiento de drogas se realizó en el puerto de Mazatlán, uno de los más importantes.
Según el reporte de Inteligencia Naval, la operación de los grupos criminales en los puertos es constante, lo que puede dar pie a actos de corrupción con funcionarios y autoridades que podrían ser cooptados por los cárteles para extraer o cargar las drogas.
Destaca los altos índices de violencia en estados costeros como Colima, Michoacán y Baja California, entre otros, por la lucha de los cárteles, que buscan controlar rutas de logística criminal, al ser estas entidades puntos estratégicos para el tráfico de cocaína y precursores químicos, como el fentanilo, para la elaboración de drogas sintéticas.
Ante esta situación, se prevé que la Cámara de Diputados otorgue facultades a la Secretaría de Marina (Semar) para la administración y seguridad de los 102 puertos del país, además del control sobre la navegación comercial, que actualmente corresponde a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
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Combate al tráfico por mar
Desde el Centro de Mando y Control de la Armada de México se coordinan y se da seguimiento a las operaciones de vigilancia marítima y portuaria para frenar el tráfico de drogas en ambos litorales del país, así como a las de apoyo a la población civil y de búsqueda y rescate.
De enero de 2019 a lo que va de septiembre de 2020 la Semar ha incautado 7.5 toneladas de cocaína, 1.4 toneladas de marihuana, 165.25 kilogramos de metanfetaminas, 559 kilogramos de precursores químicos y 126 mil litros de combustible en puertos, terminales marítimas y aduanas del país, que representan una afectación de más de 20 millones de pesos para las organizaciones criminales.
En lo que respecta al trasiego en embarcaciones menores, personal de la Armada de la Octava Región Naval, con sede en Acapulco, logró el 3 de agosto incautar 2 mil 240 kilogramos de cocaína, considerado el más grande cargamento reportado en la presente administración.
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El jefe de Análisis y Operaciones del Centro de Mando, ubicado en la Ciudad de México, capitán Miguel Ángel Monroy Rodríguez, afirmó a EL UNIVERSAL que tanto por aire como por mar se detectan las embarcaciones rápidas con carga ilícita, principalmente en el océano Pacífico, provenientes de Sudamérica.
Destacó que la vigilancia a través del trinomio patrulla oceánica-helicóptero-patrulla interceptora ha permitido a la Armada de México mayor capacidad de detección de embarcaciones ilegales de todo tipo y actuar de manera más rápida.
“El uso de estos elementos nos da la virtud de tener una mejor proyección mar adentro, con mayor capacidad de detección y de actuar de una manera más rápida. Además, nuestras unidades aéreas de vigilancia y reconocimiento marítimo, como los aviones King Air, nos proporcionan información en tiempo real para el seguimiento”, indicó.
El capitán de fragata recordó que las rutas marítimas para el trasiego inician desde el sur del continente y en algunos casos, los grupos criminales utilizan las costas mexicanas y en otros siguen directamente a Estados Unidos con la carga.
“Las rutas marítimas son desde el sur y puede ser a costas mexicanas o inclusive irse hasta Estados Unidos. No hay un patrón específico en el que todo llegue a México porque es en general una incertidumbre y es el análisis o la vigilancia constante lo que nos mantiene a la expectativa para reaccionar cuando tenemos una detección y poder actuar”, comentó Monroy Rodríguez.
Explicó que el Centro de Mando y Control de la Armada está organizado en seis módulos: Control de Unidades Operativas, Comunicaciones, Planes de Emergencia, Reconocimiento del Entorno Marítimo, Apoyo y Dirección, con personal capacitado que labora en un esquema de 24/7 en cuatro turnos de guardia de ocho horas laborales.
En la sede del Centro de Mando, el mando naval detalló que desde el módulo de Reconocimiento del Entorno Marítimo se monitorean los buques mercantes, embarcaciones de recreo y pesqueras en las aguas marinas nacionales, para así tener un control sobre quién navega en el mar territorial mexicano.