Fue en la misma semana que el presidente López Obrador viajó a los Estados Unidos para entrevistarse con su homólogo que Caro Quintero , un viejo enemigo de los Estados Unido, fue detenido en México.

Sobre Caro pesa una recompensa en Estados Unidos de 20 millones de dólares , la más alta cifra que la DEA está dispuesta a desembolsar por un blanco.

Caro Quintero no solo es un conocido narcotraficante, sino un enemigo jurado de Estados Unidos, a quien se le condenó por el asesinato de un agente de ese país en suelo mexicano, nos referimos a Enrique Kiki Camarena , en los albores del narco en México, en la Guadalajara de 1985.

Los acuerdos de la visita de a Washington fueron de cooperación en seguridad fronteriza e incluso de inversión en materia energética. No se habló por ejemplo de combate al narco .

Suele ser costumbre que durante visitas del más alto nivel, de ida y vuelta entre México y los Estados Unidos, los discursos y comunicados vengan acompañados de acciones. Muestras de cooperación en forma de hechos.

Ya sea que hubiese en Washington DC un intercambio de inteligencia al más alto nivel o bien la detención de Caro sea fruto de un buen operativo gestado en México, la captura de este narcotraficante y objetivo de la DEA podría servir para normalizar la relación entre ambos países, o cuando menos calmar las aguas.

Para cerrar, tomemos en cuenta que la captura, nos informan, es gracias a una orden de aprehensión con fines de extradición. So long, Caro Quintero.

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vare/acmr