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El arzobispo Primado de México , Carlos Aguiar Retes , exhortó durante la homilía dominical a los fieles católicos a tener valentía para hacer frente a las consecuencias que se han desencadenado a causa de la pandemia del Covid-19.
Así lo manifestó el cardenal durante la misa de mediodía realizada en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en el Tepeyac, donde pidió orar para fomentar el discernimiento entre lo bueno y lo malo y hacer lo que Dios quiere, dejando a un lado lo que nos impide cumplir su misión a pesar de las seducciones del mundo.
“El que quiera venir conmigo que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y me siga, pues el que quiera salvar su vida la perderá, pero el que pierda su vida por mí la encontrará”, refirió el cardenal sobre las enseñanzas de Cristo Jesús.
Aguiar Retes indicó que para desarrollar la fe se debe renovar todo el tiempo el sí a Jesucristo y eso se logra buscando ayuda y apoyo en otros discípulos del evangelio y en cercanía a la Iglesia.
Agregó que las circunstancias adversas como las carencias, escarnios, insultos, tormentos y tentativas de muerte pueden causar rebeldía, pero la fuerza del Espíritu Divino es lo que debe mantenerse para estar en congruencia con la voluntad de Dios.
El prelado indicó que el camino cristiano es dar la vida por la proclamación del Reino de Dios, expresando con testimonios personales que Jesucristo está presente en el mundo de hoy mediante la misericordia y el amor en los diversos contextos de vida.
Explicó que un verdadero discípulo de Dios debe fomentar una fuerte espiritualidad, pues mediante ello sabrá distinguir el amor y la misericordia en el mundo sin importar las adversidades.
“Según la lógica humana esto es muy difícil realizarlo, sólo es posible desarrollando nuestra fe y recibiendo la fuerza del Espíritu Santo. Jesús lo sabe y por eso dejó su presencia eucarística como alimento y en ella debemos renovar una y otra vez nuestro sí al Maestro atendiendo a su palabra, orando para afrontar las adversidades y ayudándonos como comunidad de discípulos de Cristo”, concluyó Carlos Aguiar.
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lsm