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Tras la recaptura y extradición a Estados Unidos del capo Joaquín El Chapo Guzmán Loera, el Cártel de Sinaloa se ha visto menguado en su estructura de mando y operativa en los últimos años.
Las disputas internas entre las facciones de Los Chapitos, Los Mayos, La Gente del Guano y, en su momento la del Licenciado, han permitido a autoridades de México y Estados Unidos dar con diversos cabecillas del grupo criminal, considerado el principal exportador de fentanilo al vecino país del norte.
Y es que un año después de la entrega de El Chapo Guzmán, en mayo de 2017, agentes de la entonces Procuraduría General de la República (PGR) y del Ejército detuvieron en la Ciudad de México a Dámaso López Núñez, alias El Licenciado, compadre de El Chapo, quien en ese momento disputaba a Los Chapitos el control del Cártel de Sinaloa.
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En junio de 2018, López Núñez fue extraditado a Estados Unidos, con lo que fue sacado de la pelea por el liderazgo del Cártel de Sinaloa.
Cuando estuvo declarando en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de la PGR, Dámaso López Núñez, El Licenciado, dijo que no quería ir a un penal mexicano, porque temía que lo asesinaran sus enemigos.
Tras la detención de su padre, Dámaso López Serrano, alias El Mini Lic, se entregó a la DEA, debido a que temía que los hijos de El Chapo lo mataran en el marco de la disputa que mantenían con El Licenciado.
Un año después, el gobierno del presidente Andrés Manuel López intentó la detención de Ovidio Guzmán López, alias El Ratón, de la facción de Los Chapitos, en un fallido operativo conocido como el Culiacanazo.
Sin embargo, fue hasta enero del año pasado cuando el Ejército Mexicano logró la captura de Ovidio Guzmán, alias El Ratón, quien en septiembre de 2023 fue extraditado a Estados Unidos para enfrentar cargos por tráfico de drogas.
El Ratón es hijo de Griselda López Pérez, la segunda esposa del capo Joaquín El Chapo Guzmán, detenida en mayo de 2010, pero quedó en libertad.