Lorena Estrada presume las cicatrices que le dejó una mastectomía radical debido al cáncer de mama que le diagnosticaron en agosto de 2019. Enfatiza que ama su cuerpo y si mostrarlo ayuda a sensibilizar a que más mujeres se autoexploren, lo hará cuantas veces sea necesario.
“Le dije a mi mamá que me hicieron una biopsia y se espantó porque mi abuela falleció por cáncer en el seno (...) Me dijeron que tenía cáncer, era un carcinoma ductal infiltrante grado 3, aunque mi mamá la pasó muy mal, para mí fue un gracias, porque yo sabía que tenía algo, gracias por creerme”, relata.
En Fucam bastaron 15 días para diagnosticar a Lorena y prepararla para iniciar un tratamiento de 14 quimioterapias, una mastectomía radical y radiaciones. En febrero de 2020, cuando acudió a su octava quimioterapia, la fundación informó que el Insabi no renovó el convenio de colaboración para absorber los gastos por atención de las pacientes.
“Estoy en un proceso de ver si quiero reconstruirme, pero si no pasa, está bien, porque cada que veo mis cicatrices me recuerdan que estoy viva”.