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En la actualidad la marihuana no es la única planta que sirve para fines recreativos o medicinales. El cáñamo, también subespecie de la Cannabis sativa, funciona para propósitos similares.
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre el cáñamo y la marihuana? Su distinción radica en que la segunda puede contener arriba de 20% de tetrahidrocannabinol (THC) —cannabinoide sicoactivo que altera la percepción y modifica el estado de ánimo—, mientras que la primera sólo tiene 0.03%.
Para Guillermo Nieto, presidente de la Asociación Nacional de la Industria del Cannabis (Anicann), el cáñamo “no tiene nada que ver con la droga”, a pesar de ser el “primo” de la marihuana.
“En la época de los hippies, un cigarro de marihuana contenía hasta 6% de THC. Actualmente hablamos que con la legalización en Estados Unidos podemos comprar variedades con hasta 28% del sicoactivo, mientras que el cáñamo industrial sólo tiene 0.03%”, explicó.
Guillermo Nieto es uno de los empresarios interesados en que esta planta se regularice en México, ya que, dijo, a través de este cultivo se puede crear una “economía verde”, como la producción de plásticos biodegradables, papel, telas, combustibles, pinturas, harinas, entre otros.
El líder de la organización argumentó que, por su bajo contenido de THC, el “primo” de la marihuana no altera el sistema nervioso de las personas: “Por más que fumes una hectárea de cáñamo, [es más probable que] primero te mueras de asfixia a que te dé el efecto sicotrópico”.
Guillermo Nieto afirmó en entrevista con EL UNIVERSAL que el cáñamo generaría una “revolución agrícola”, sacar a millones de mexicanos de la pobreza extrema y ayudar a la ecología del planeta.
“Si dedicáramos 1% de la superficie al cultivo de cáñamo para papel, acabaríamos con la deforestación de nuestros bosques”, señaló.
Asimismo, aseguró que un agricultor de maíz obtendría más ingresos si se dedica a este cultivo.
“Del grano puede sacar aceites, suplementos dietéticos, combustibles, pinturas, harinas, cervezas, mientras que de las fibras, textiles, semillas, combustibles ecológicos, materiales de biocombustión, celulosa para el papel”, apuntó.
Por otra parte, refirió que los cannabinoides, extraídos de este cultivo, son sustancias químicas que producen efectos similares a la planta Cannabis sativa y ayudan a tratar enfermedades como Alzheimer, depresión, epilepsia, ansiedad, anorexia, trastornos gastrointestinales, diabetes, virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), entre otras. Ante esto, especificó que este derivado no genera ninguna adicción.
No obstante, señala que esta planta primero debe estar regulada para cosechar y generar estos productos, porque “para crear una economía verde necesitamos legalidad”.
Este jueves, esta casa editorial publicó que el dictamen para regular la marihuana, que ya circula en comisiones del Senado, permitirá que la cannabis tenga uso para fines médicos, científicos, lúdicos, recreativos e industriales, así como aumentar el gramaje de consumo personal de cinco a 28 gramos.
La reglamentación tendrá como finalidad almacenar, comercializar, consumir, cosechar, cultivar, distribuir, empaquetar, etiquetar, exportar e importar, fumar, patrocinar, plantar, portar, tener o poseer, preparar, producir, promover, publicitar, sembrar, transformar, transportar, suministrar, vender y adquirir la planta bajo cualquier título.
Por ello, Guillermo Nieto indicó que la Anicann le propuso al gobierno un “clúster cannabico”, es decir, pide que en el tema se involucren universidades, el sector privado y secretarías públicas para desarrollar “una economía verde”.