Una reforma electoral debe ser resultado de un amplísimo consenso, de la suma de muchas cabezas y no de muchos hígados, advirtió el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, quien agregó que la iniciativa presidencial parte de la premisa equivocada de que en México necesitamos acabar con los fraudes y que los muertos ya no voten.

Al participar en el panel Agenda electoral: Revocación de mandato y ¿posible reforma?, organizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), junto con los expresidentes del IFE, Leonardo Valdés y Luis Carlos Ugalde, subrayó que una reforma electoral debe ser producto de diagnósticos adecuados y que la lógica sobre la que se quiere construir parta de datos y cifras, no de humores.

“Si la base de la reforma es que me cae gordo el INE porque yo traigo atravesado al INE y al IFE desde hace hace no sé cuánto, pues entonces va a salir algo mal. Una reforma electoral tiene que ser bien pensada, sustentada en datos, tiene que hacerse, déjenme decirlo así, con la suma de muchas cabezas, no con la suma de muchos hígados”, subrayó.

Córdova Vianello indicó que la reforma que impulsa el gobierno es para algo que ya está resuelto, pues “en México los fraudes ya no ocurren desde hace un rato, más que en el imaginario de algunos o en la narrativa de los malos perdedores, pero hay quien nunca va a aceptar que perdió, va a decir que perdió por culpa de un fraude”.

Dijo que el actual sistema electoral no necesita ninguna reforma, al contrario, aseguró que el proceso electoral de 2024 será mejor organizado que el de 2021.

“¿Sin una reforma electoral la democracia mexicana se encuentra en riesgo en 2024?, la respuesta es clara y contundente: ‘No’. Podemos ir a 2024 con el sistema electoral que hoy tenemos, no nos va a pasar nada”, apuntó.

No obstante, reconoció que todo sistema electoral es perfectible, pero si la propuesta oficial busca meter reversa, advirtió, no vale la pena, porque podríamos volver a la época en la que el problema eran las elecciones.

“Si es para que la Secretaría de Gobernación vuelva a controlar las elecciones, no vale la pena (…); si es para excluir, para volver a un sistema hermético y no incluyente, no vale la pena; si es para inyectar incertidumbre en el cómputo de los votos, no vale la pena; si es para romper las condiciones de equidad, no vale la pena; si es para concentrar el poder, tampoco vale la pena (…) porque a partir de la premisa que nuestro sistema electoral no funciona, que el INE no sirve para nada, que hay que tirar todo a la basura, eso no es una buena manera para mejorar el sistema”, insistió.

Lamentó que se presente la iniciativa del presidente López Obrador en un ambiente polarizado por las acusaciones de Morena y aliados de “traidores a la patria” contra los diputados que rechazaron la reforma eléctrica.

“Yo no sé si que la mitad del Congreso sea catalogado como traidor a la patria sea el mejor momento, el mejor contexto para propiciar una reforma electoral, aunque hay quien dice que después de esta y si no pasa, va a haber traidores a la democracia”, apuntó.

Respecto al proceso de revocación de mandato, expuso que efectivamente hubo un boicot, como acusa López Obrador, pero de la Cámara de Diputados y del gobierno federal, que le negaron al INE los recursos.

Ugalde advirtió que el hecho de que se busque modificar la forma de elegir a los consejeros electorales es una amenaza para la democracia, aunque confió en que la reforma no va a pasar.

Leonardo Valdés, expresidente del IFE, se pronunció en contra de eliminar el financiamiento ordinario de los partidos políticos.

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