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La campanilla emblemática del Senado suena como una garganta lastimada cuando el presidente de la Mesa Directiva, Eduardo Ramírez Aguilar (Morena), abre la primera sesión a distancia del pleno en la historia legislativa de México, en una sede senatorial desierta y con un historial de contagio y muerte por el coronavirus.
Han pasado lista de asistencia 116 senadores y es la hora (11:14) de echarle ganas, y a cumplir con la función de legislar, esencial en emergencia sanitaria, pero...
Se desahogan trámites, se da paso a la presentación de iniciativas y proposiciones, pero este pleno a distancia no tiene facultad para emitir votos, o sea, es una sesión descafeinada, desvenada, descremada.
Así sesionó la Comisión Permanente, de mayo a agosto pasado, sólo que entonces la representación de legisladores sólo era de 37 personas y ahora, en la primera sesión del pleno, sólo caben 25 ventanitas a la vez, en este encuentro virtual que es la pantalla de los dispositivos de cada quien, abierto en su despacho, sala, estudio, en una habitación de casa o en un vehículo estacionado o en tránsito en alguna parte del país.
Es la mañana del estreno. Quien sabe cuántos pasaron lista y se fueron, al carecer de algún asunto por el cual permanecer en el enlace. Los que tenían turno en la presentación de iniciativas y proposiciones estaban listos para abrir micrófono. Alguno prefirió no mostrar su rostro y la producción de la televisión del Congreso de la Unión mostró una imagen de quien hablaba, como fue el caso de Manuel Añorve (PRI).
Pasa el tiempo y a las 14:27 horas, el presidente del Senado, para levantar la sesión, agita la campanilla, y el metal se mezcla con la voz de Emilio Álvarez Icaza que pide se turne un punto de acuerdo suyo a la Comisión de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes . Y es lógico que diga su nombre para que se sepa quién habla: Álvarez Icaza.
Parece que todo ha terminado. Pero no es así, como suele suceder en las sesiones presenciales. Súbitamente se abre la señal en redes sociales. Es el presidente del Senado para dar cuenta de que un día antes impugnó la resolución del INE en materia de paridad de género en asignación de candidatos a gubernaturas.
Después, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Kenia López Rabadán (PAN) deplora: “En el Senado no quisieron hablar de que Andrés Manuel López Obrador no apoya a Tabasco, y tampoco del ataque a balazos en Cancún”.