La calaca en el Palacio

Por Salvador García Soto

Muy oronda se paseaba por Palacio la calaca,

andaba buscando un hueso para quitarse la fiaca.

En eso, por un pasillo que se encuentra al Presidente:

“¿A dónde vas tan de prisa que no me miras de frente?”.

“¡No me lleves, calaquita, no me lleves, por favor,

mira que aún no termino mi Cuarta Transformación!”.

“Tranquilo, que aún no te toca”, le contestó la señora.

“Ya vendré por ti solito, cuando te llegue la hora;

por ahora, sólo quiero que me hagas un favor”.

“Pídeme lo que tú quieras, lo que me pidas te doy,

nomás no me pidas Pemex ni la CFE por Dios”.

“Yo pa’qué quiero basura, no me interesan tus fierros,

lo que quiero es que me anotes en tu lista de los buenos.

Yo quiero ser Presidenta —que le suelta la calaca—

y para eso necesito que me hagas tu corcholata”.

El Presidente muy presto, la apuntó con su dedito:

“Por la banda te lo juro que ya tienes boletito.

De suspirante te anoto y es más te doy un lugar:

tú irás después de mi Claudia y antes de Marcelo Ebrard”.

La Catrina lo vio seria y tocándose el mentón, le dijo:

“No me hagas guaje ni me quieras engañar,

yo nunca soy segundona y exijo el primer lugar”.

Andrés se puso muy serio y hasta el ceño le frunció:

“Me pones en un dilema y me obligas a escoger,

si no puede ser mi Sheinbaum, casi prefiero perder”.

La calavera indignada se le acercó al Presidente

y susurrando en su oído le respondió lo siguiente:

“Si no me quieres presente en tu sucesión abierta,

ya puedes darlo por hecho, tu 4T nació muerta”.

Y cuando la muerte artera ya afilaba su guadaña,

que se aparece Beatriz gritándole su campaña:

“¡Con los viejitos no!”, le gritó Gutiérrez Müller.

Y la señora de negro, nomás porque le dio risa,

que le suelta a su marido y se escapó muy de prisa.

“Ya vendré tarde o temprano cuando se acabe este teatro,

al fin ya no falta mucho para el 2024”.

Enrique Peña Nieto

Por Néstor Ojeda

Peña Nieto se paseaba

por Europa muy tranquilo,

con su güerita buscaba

dónde darse unos besitos.

Pero la parca lo vio

y a él se fue presurosa

para reclamar furiosa

todo lo que se robó.

Calmado, Peñita dijo:

“No me tocan ni un pelito,

tengo yo los expedientes;

a mí me pelas los dientes”.

La parca de un sopetón

al infierno lo llevó:

“¡Impune serías en vida,

la justicia te llegó!”.

Coronavirus, Reforma eléctrica y 4T

Por Raúl Rodríguez Cortés

Al que le toca le toca,

dice la sabiduría del pueblo;

mejor consejo señero:

no acercarse al “tocadero”.

La Catrina bien lo sabe

y lanza sus bolas de humo:

“Ven aquí, no pasa nada,

traes tu antídoto vacuno”.

El anzuelo es una fiesta,

un reventón o un concierto;

el descuido es un contagio

y el resultado otro muerto.

Ni otro año de pandemia

ha saciado a la huesuda,

su apetito y la bohemia

roban vida en desmesura.

Las vacunas, a fe mía,

mal le caen a la calaca,

clientela han arrebatado

a su peste demoniaca.

Cantar victoria a destiempo

es inequívoco engaño.

Hablar de “misión cumplida”

es una tara de antaño.

Falta mucho por hacer

y mucho por corregir.

Que AMLO y López-Gatell

apuesten al mejor vivir.

Por si algo nos faltara,

la calavera amenaza

con hecatombes climáticas

y desasosiegos sin par:

calentamiento, deshielo,

inundaciones y más;

inseguridad, violencia

y confrontación para dar.

A AMLO ya no le alcanzan

los números del Congreso

para aprobar las reformas

que propone a la nación.

La huesuda está enterada

y vaya que sabe de eso;

ya acecha a la 4T

para llevarla al panteón.

También aguarda a que el PRI

dé el mal paso con su apoyo

a una reforma eléctrica

que se ve cerca del hoyo.

Y no por la oposición,

que está más muerta que viva;

más bien porque la calaca

no la quiere rediviva.

Calaveritas políticas: de la UNAM hasta los chairos y fifís
Calaveritas políticas: de la UNAM hasta los chairos y fifís

UNAM

Por Amador Narcia , con la colaboración de Alejandro Herrera Domínguez.

La calaca camina y camina

en el campus universitario,

pues el Peje le ha encargado

llevarse la autonomía pa’l otro lado.

Hamburguesada,

la UNAM se defiende,

aunque le sirve muy poquito

porque en Palacio ya quieren

hacerla academia patito.

El cambio climático

Por Paola Rojas

El planeta se calienta

y el tema a muchos ahuyenta.

A dejar los combustibles fósiles

se niegan los menos dóciles.

Si seguimos a este paso,

el mundo será un camposanto.

En México, ¿quién diría?,

vamos por otra refinería.

Las malas noticias

Por Arnoldo Kraus

Con tanta pinche mala noticia

los lectores pidieron tregua.

Tras días de silencio,

el más avispado gritó:

“No hay mal que dure cien años

ni pendejo que los aguante”.

Calaveritas políticas: de la UNAM hasta los chairos y fifís
Calaveritas políticas: de la UNAM hasta los chairos y fifís

Jorge Romero Tellaeche

Por La Ciencia Hambrienta

A Jorge Romero Tellaeche

parece que le dieron toloache

Lo puso en el CIDE su amigo Lorenzo,

sin saber que estaba tan menso.

Nada arreglar pudo,

pero con despidos se hace el rudo.

Romero y Álvarez-Buylla

están logrando que el talento se escabulla.

Ni la Parca se los quiere llevar

pues tiene miedo que allá también la van a regar.

Mejor acá los deja pa’ resolver en el SNI del fiscal la queja.

Chairos y Fifís

Por Néstor Ojeda

En una cantina estaba

la Catrina relajada

echando una cervecita

pa’l calor de la tostada.

Y que de repente escucha

un gran fragor de batalla,

eran chairos y fifís

pasándose de la raya.

Daban puños y patadas,

no faltaban mentadas;

unos escupían pus,

otros aventaban caca.

¡Ya estuvo bueno!,

gritó enfurecida la parca;

¡O paran o ya verán

el filo de mi guadaña!

Pierden nomás el tiempo,

los acusó la pelona,

despreciando e insultando

y olvidan a las personas.

Creo que mejor me los llevo,

reflexionó la patrona,

pa’ hacer un favor a México

y limpiar esta casona.

Morena y la sucesión presidencial

Por Amador Narcia, con la colaboración de Alejandro Herrera Domínguez.

Dudosa, la flaca vacila.

Y ansiosa una señal espera

para saber si afila la guadaña

sobre el canciller o la jefa.

Y es que ya se mueven las piezas

del ajedrez del destino.

Ambos buscan a toda costa

tener el visto bueno del Catrino.

Calaveritas políticas: de la UNAM hasta los chairos y fifís
Calaveritas políticas: de la UNAM hasta los chairos y fifís

Obras del sexenio

Por Néstor Ojeda

Refinería, tren y aeropuerto

andaban dando un paseo

chupándose el presupuesto

de toditito el sexenio.

Pero la parca los para

y detiene su charada.

“Ni que estuvieran tan frescos,

ustedes nacieron muertos”.

Los narcos

Por Néstor Ojeda

Felices los narcos estaban

y brindaban con su Buchanans,

se ponía buena la cosa,

la suerte ya les llegaba.

“¿Cómo la ven mis compadres?

Recién me están avisando,

ellos ponen los abrazos

y nosotros los balazos”.

Entonces llega la parca

y para su fiestecita:

“No se anden tan tranquilos,

ya les haré su visita”.

López- Gatell

Por Amador Narcia, con la colaboración de Alejandro Herrera Domínguez.

La flaca tiene un apóstol,

el “doctor muerte” le llaman.

Y en el averno lo aclaman

por ser tan acomedido.

Superó con creces

el estimado de 60 mil fallecidos.

Por sus yerros casi van 300 mil seres

que sus destinos han trascendido.

Gertz Manero

Por Néstor Ojeda

Contento posaba el Fiscal

Sonriendo a un buen monero,

cuando aparece la Parca

con un ramo y un florero.

¿Y esto pa’qué lo quiero?

Le pregunta Gertz Manero,

y la Muerte le responde

afirmando con el dedo:

Son para Lozoya, ¡hombre!

Al que tienes muy contento

pues ya llevas más de un año

sin tocarlo con un dedo.

Calaveritas políticas: de la UNAM hasta los chairos y fifís
Calaveritas políticas: de la UNAM hasta los chairos y fifís

López Obrador

Por Néstor Ojeda

Andaba el Peje feliz

paseando en el camposanto

repartiéndoles tarjetas

a ninis y octogenarios.

En esas andaba Andrés

cuando le cayó la Parca

para entregarle una carta

desde el Averno posteada.

Luzbel le daba las gracias

por su sexenio de muertos

y a los demonios hambrientos

haberlos puesto contentos.

¡Ay, señora Huesuda!

Usted me va a perdonar

otros datos yo tengo,

De ahí no me va a sacar.

¡Pues te ganaste el Infierno!

Le dijo la Muerte al Peje.

Te me vas conmigo ahorita

aunque seas el Presidente.

El PRI

Por Néstor Ojeda

Se espantó tanto la muerte,

que hasta un hueso se rompió,

cuando de repente vio

que estaba el PRI en el Congreso.

¿Qué andas haciendo aquí?

Yo ya te daba por muerto.

Ando aquí dando brinquitos

le respondió el tricolor.

Echándome unos traguitos

mientras deshojo una flor.

Es que soy el más deseado

de toda la oposición.

Me corteja el buen Zambrano

a nombre del PRD.

Por mis votos ruega el PAN

en voz de Marko Cortés.

Pero mi amor es volátil,

coqueteo sin ton ni son,

en una de esas me pierden

y la Alianza se pudrió.

Yo vendo caro mi amor

y busco un mejor postor,

al que le dicen el Peje

Y se apellida Obrador.

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