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Washington. — El secretario de Seguridad Pública durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, Genaro García Luna, principal arquitecto de la estrategia anticárteles de las drogas en México, fue detenido en Dallas, Texas, acusado de cuatro delitos, tres de ellos por conspiración para narcotráfico.
La detención se da más de un año después de que un testigo clave en el juicio de Joaquín El Chapo Guzmán Loera aseguró haberle entregado sobornos millonarios del Cártel de Sinaloa.
De ser declarado culpable, García Luna enfrentaría un mínimo de 10 años de prisión o un máximo de cadena perpetua.
A su vez, el gobierno de México congeló las cuentas bancarias de García Luna, de otras seis personas y de cinco empresas relacionadas con el exfuncionario.
Ayer, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, señaló que México está dispuesto a colaborar en el caso.
En conferencia de prensa, el canciller detalló que hasta el momento al gobierno mexicano no se le ha solicitado información por parte de Estados Unidos, pero en caso de requerirla, nada será negado.
“La posición de México será simple y llanamente la de proporcionar la información que se requiera. Por ahora, el caso está en manos de un fiscal. México cooperará con información, pero hasta el momento no ha sido requerida”, subrayó.
Ebrard Casaubon dijo desconocer si García Luna ha requerido de protección consular del gobierno mexicano: “Es un ciudadano mexicano, si pide o solicita respaldo consular, se le tendrá que dar. No sé si esto ya lo solicitó”, manifestó.
Así, un día después de su arresto, García Luna compareció ayer en una corte de Dallas. Está previsto que sea trasladado en las próximas semanas al Distrito Este de Nueva York, a la misma corte que juzgó a El Chapo Guzmán, donde se interpusieron las acusaciones.
García Luna está acusado de tres delitos de conspiración para el tráfico de cocaína y uno de declaración falsa a las autoridades estadounidenses. Según los documentos judiciales revisados por EL UNIVERSAL, Estados Unidos le imputa que “abusó de su posición pública para ayudar al Cártel de Sinaloa a traficar cocaína a Estados Unidos. A cambio de sobornos multimillonarios permitió al cártel operar con total impunidad en México”.
Las acciones delictivas de García Luna con narcotraficantes habrían ocurrido entre 2001 y 2012, periodo en el que fue titular de la Agencia Federal de Investigación (AFI), con Vicente Fox, y secretario de Seguridad Pública, con Calderón Hinojosa.
“El acusado priorizó su avaricia personal sobre sus deberes jurados como servidor público y aseguró el éxito continuado y la seguridad de una de las más importantes organizaciones traficantes del mundo”, señalan los documentos judiciales.
El nombre de García Luna salió a relucir en el juicio contra El Chapo Guzmán, concretamente en el testimonio de Jesús El Rey Zambada, hermano del capo Ismael El Mayo Zambada, en noviembre de 2018.
El testigo aseveró que en más de una ocasión él mismo entregó maletines con cantidades de entre 3 y 5 millones de dólares a García Luna en un restaurante de Ciudad de México a nombre suyo y de su hermano Ismael El Mayo Zambada, hechos corroborados por otros testigos protegidos de Estados Unidos.
En conjunto, y sumando sobornos de los Beltrán Leyva, el exsecretario recibió, según El Rey Zambada, al menos 56 millones de dólares.
A cambio, García Luna permitía envíos seguros de droga, además de entregar información sensible de investigaciones contra los cárteles y de organizaciones rivales. En su momento, el exfuncionario dijo que la acusación era “falsa, inverosímil y sin fundamento”.
Sin embargo, la fiscalía de Estados Unidos tiene pruebas de que García Luna “amasó una fortuna personal de millones de dólares inconsistente” con el sueldo de un servidor público. Tras dejar el servicio público en 2012 y trasladar su residencia a Estados Unidos, “continuó viviendo de los millones de dólares en sobornos” que recibió del Cártel de Sinaloa, indicó el fiscal del Distrito Este de Nueva York, Richard P. Donoghue, el mismo que llevó el caso de El Chapo Guzmán.
El delito de declaraciones falsas lo cometió García Luna cuando, en su intento por naturalizarse estadounidense, en 2018, negó que hubiera cometido algún crimen.
Según el juez Donoghue, el arresto del exsecretario “demuestra la determinación de llevar ante la justicia aquellos que ayudan a los cárteles a infringir daño devastador a Estados Unidos y a México, independientemente de la posición que tengan cuando cometan esos crímenes”.
Los documentos judiciales revisados por EL UNIVERSAL apuntan que el gobierno de Estados Unidos augura que su juicio no durará más de seis semanas.