Agentes especializados de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México realizan una serie de pruebas al joven de 15 años que acusó de abuso sexual al diputado federal de Morena, Benjamín Saúl Huerta, de entre las que destacan reactivos químicos, con los que se puede comprobar si el legislador goteó al menor para intentar abusar de él.
Huerta renunció a su aspiración de reelegirse como diputado federal. De acuerdo con fuentes del partido, el legislador poblano se pondrá a disposición de las autoridades capitalinas para ayudar en la investigación y que se deslinden responsabilidades.
Las investigaciones de las autoridades capitalinas se dan luego de la declaración del menor ante el Ministerio Público (MP), al referir en primera instancia que el diputado le dio una bebida que “sabía amarga”, después de eso, y una vez que salió corriendo de la habitación del hotel, refirió que “no recordaba nada desde la tarde de ayer”, lo que hace suponer a los especialistas que probablemente se utilizó un narcótico para adormilarlo.
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En este sentido, se dio a conocer que la situación jurídica del diputado se agrava, pues la familia del joven —asesorados por diversos abogados— piden que se configure el delito de corrupción de menores e incluso la explotación laboral, pues en teoría el joven estaba a altas horas de la noche desempañando una función que hasta ahora el diputado no ha explicado.
Una fuente cercana al caso explicó que se podría configurar el delito de abuso sexual agravado, ya que el diputado tenía una relación laboral “jerárquica” con la víctima, lo que significa que pudo ejercer “poder” sobre el menor de edad.
Como parte de los peritajes que se realizan, un especialista trata de determinar el daño emocional que le causo a la víctima los presuntos tocamientos y la presión a la que fue sometido por el agresor. “Me bajó los pantalones a la rodilla”, denunció el joven.