La Fiscalía General de la República (FGR) busca a dos testigos protegidos relacionados con el caso Ayotzinapa, a quienes les perdió la pista en los últimos años; uno de ellos pertenece a la organización delincuencial Guerreros Unidos.
La Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia, de la Secretaría de Gobernación (Segob), y la Unidad Especializada en Investigación y Litigación del Caso Ayotzinapa (UEILCA) solicitaron hace unas semanas a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) a los testigos con clave Juan y Paco, en el marco de las investigaciones sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Sin embargo, informaron fuentes ministeriales, la FGR no ha localizado a los testigos, que estuvieron adscritos al programa de testigos protegidos implementado desde el sexenio del expresidente Felipe Calderón.
De acuerdo con informes ministeriales, el testigo Paco escapó en 2015 de un inmueble ubicado en el municipio de Ecatepec, Estado de México, que era resguardado por personal de la Policía Federal Ministerial (PFM).
En busca de información para esclarecer lo ocurrido a los normalistas en Iguala, la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia y la UEILCA están recurriendo a testigos protegidos, que brindaron información a la extinta Procuraduría General de la República (PGR) para allegarse de información por lo ocurrido el 26 y 27 de septiembre de 2014.
Según las fuentes consultadas, ambos testigos no localizados hasta el momento estuvieron al tanto de lo sucedido en el municipio de Iguala, Guerrero.
En mayo pasado, el fiscal especial de la FGR para el caso Ayotzinapa, Omar Gómez Trejo, se reunió con Abigael González Valencia El Cuini, operador financiero del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), preso en el penal de Santa Martha Acatitla, quien ofreció información de lo ocurrido a los estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos.
